
El 59 % de los colombianos no está durmiendo bien
Más de la mitad de las personas en el país no duerme como debe ser. Así lo reveló la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño en el marco del Día Mundial del Sueño que se celebró este viernes. Estados de ánimo y patologías son relevantes.
Luego del desgaste físico y mental que produce la rutina diaria, dormir se convierte en una de las acciones más placenteras para recuperar la energía perdida durante el día. Sin embargo, varias personas desconocen sus beneficios y otras padecen problemas para llevarlo a cabo.
Es por ello que cada 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, con el objetivo de sensibilizar a las personas, sobre la importancia de dormir bien. Y es que Según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño (Acmes), el 59 % de los colombianos padece de problemas a la hora de ir a descansar.
Las estadísticas de la organización Sleep Advisor demuestran que el promedio de horas de descanso para una persona ha disminuido en un 13 % desde 1942. De 7,9 horas de sueño, se pasaron a tan solo 6,8.
La Fundación Nacional del Sueño, indica que las horas recomendadas de sueño varían de acuerdo con la edad, en consecuencia, los niños en edad escolar (6 a 12 años) necesitan de 9 a 12 horas de sueño, los adolescentes (13 a 18 años) entre 8 a 10 horas y los adultos, al menos 7 horas de sueño diario.
Las problemáticas que repercuten para que no exista una buena calidad del sueño, son distintas en cada persona, ya que varios factores pueden desencadenar esto. Uno de ellos es el estado de ánimo.
“Cuando hablamos de ansiedad es natural que cuando la persona duerma esté sobrepensando situaciones y eso puede generar el insomnio que se puede dar de manera prolongada”, explica la Psicóloga María Paula Peña.
La tristeza es otro de los sentimientos que puede causar el no dormir o hacerlo más de lo necesario. “Uno de los aspectos que más revisamos en consulta es cómo está el sueño de las personas porque esto también interviene en la salud mental y en todo lo que debe estar regulado para evidenciar o no un trastorno”.
Peña también hizo énfasis en los tiempos de pandemia, aquellos en los que la cuarentena también se convirtió en gran influyente para la mala calidad de sueño de las personas.
“En la pandemia ya nadie salía y a la hora de dormir el cuerpo no había agotado toda su energía y no había sueño. Había mucho sedentarismo y, además, la incertidumbre por lo que estaba ocurriendo generaba ansiedad”.
Padecer enfermedades agudas o crónicas también incide en esta problemática. Así lo resaltó la especialista en Dermatología, María Fernanda Ordoñez, quien hizo énfasis en la relación de la dermatitis atópica con los trastornos del sueño.
“Condiciones como la dermatitis atópica afectan rutinas fundamentales para la vida como la calidad del sueño. Se requiere una mirada integral a este tipo de pacientes, pues, su productividad laboral y su cotidianidad se afectan de manera profunda”.
Esta patología que provoca picazón, hinchazón y enrojecimiento continuo provoca alteraciones en el sueño en las personas que la padecen.
Por ello, la dermatóloga expresó la importancia de tener higienes de sueño que permitan realmente un descanso. “Para descansar y llegar a un sueño reparador se demora unas dos o tres horas que llegue a lo que llamamos el REM (uno de los estadios del sueño”.
Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

Más que una acción placentera, para el asesor de negocios químicos, Iván Petit, dormir bien es significado de una buena salud.
Tener un hábito de sueño saludable es imprescindible para el desarrollo intelectual y físico de las personas.
Dormir bien se relaciona con varias ventajas como fortalecer el sistema inmunológico, liberar la producción de algunas hormonas y consolidar la memoria.
Un estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Malasia a 4,188 empleados del país midió la proporcionalidad que existe entre la falta de descanso y la productividad; confirmando que los problemas en el descanso tienen inferencia directa a la productividad de las personas dentro de las empresas.
El número de horas y la temperatura del cuerpo son aspectos importantes para tener calidad de sueño que, según Petit, deben estar acompañados del colchón en el que se duerme.
“Es importante experimentar la comodidad y calidad, pues un colchón, aunque parezca un accesorio más, es una inversión que se debe estudiar porque permite tener mejor calidad de vida”.
Para ello, resalta los consejos de médicos especialistas, quienes manifiestan que es fundamental considerar las características individuales de quien dormirá en él, como el peso y la altura.
“Para que una persona tenga un sueño correcto, los insumos con los que se producen los colchones que utiliza deben ser diseñados pensando en los diferentes tipos de cuerpo y necesidades físicas de una persona para que tenga un sueño reparador”.