Triste y aburrido empate. Sin color y sin sabor. Que no aporta un punto, como quizá algún despistado o conformista lo quiera ver, sino que resta dos —y en casa—, importantísimos a esta altura del campeonato, donde Junior ya pelea es por no salir del ‘grupo de los ocho’.
Los rojiblancos igualaron este sábado 0-0 ante el Deportivo Pereira, en el ‘Metro’, en otro partido para el olvido. Uno más que se une a una larga lista de juegos desafortunados de la mano del técnico Juan Cruz Real, que sigue desgastando su imagen al frente del cuadro currambero.
Y es que este Junior va de mal en peor. No juega, no entretiene, no progresa, suma y muestra poco y, día a día, se llena más de dudas, porque sigue mostrando una clara limitación para hilvanar una idea de juego que no terminar de recalar.
Atrás quedaron los días en que el ‘Tiburón’ infundía algo de miedo. No suma de visitante y ahora pierde puntos de local también. Le pasó en la derrota ante el Once Caldas y en el empate de ayer ante un Pereira poco atractivo pero laborioso, que trabajó el partido a su manera, llevándose un buen punto a casa. Porque a diferencia de Junior, para el rival el empate sí es positivo.
Y el panorama pudo ser peor, sino fuera por el arquero Sebastián Viera, la figura de los rojiblancos ayer en el ‘Coloso de la Ciudadela’. El uruguayo le atajó un penal decisivo a Carlos Ramírez, a 10 minutos del final, que pudo sentenciar el choque y, seguramente, la continuidad de Cruz Real al frente de Junior. Pero antes de ese momento clave, hubo algo de partido.