
Los aproximadamente 50 mil pobladores de Ayapel, en la subregión del San Jorge, no solo están consumiendo agua con coliformes fecales, sino que también acumulan en sus organismos partículas de mercurio por encima de los estándares internacionales.
El diagnóstico – que bien podría compararse con una muerte masiva programada a través de los años – fue entregado por el Subdirector de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge – CVS -, Deiber Pérez Oviedo.
Ayapel se abastece de la ciénaga que lleva el mismo nombre del municipio y cuyo cuerpo de agua consta aproximadamente de 40 mil hectáreas, que según los estudios de expertos ha sido fuertemente impactado por la minería ilegal del bajo Cauca.
El efecto dominó es que el rompimiento de las bocas del río Cauca, en los sitios conocidos como Santa Anita, Pedro Ignacio, Seheve y Mundo Nuevo, han introducido un caudal importante a la ciénaga, cargado con el citado metal.
Pérez Oviedo, de la CAR, advierte que se trata de un elemento altamente contaminante que ocasiona graves consecuencias a los recursos ícticos y obviamente el problema se traslada a la población humana.
'La realidad es que el panorama no es nada alentador, la corporación en su actuar misional ha realizado varios diagnósticos en diferentes recursos de la ciénaga, es decir, en el recurso agua, suelo y fauna, por el impacto que los peces tienen también con la minería, el tema es realmente grave', sostuvo el experto.
¿Dónde está la contaminación? De acuerdo con estudios de la CAR, el acuífero superior de Ayapel, entendido como los primeros 50 metros de profundidad se encuentra contaminado por el mercurio y por coliformes fecales. Lo anterior quiere decir que el agua que se capta en el acueducto trae esos componentes y así llega a los hogares, por muy óptimo que sea el procedimiento de purificación.
La propuesta de la autoridad ambiental es que en Ayapel se debe captar agua de 50 metros hacia abajo, es decir, del acuífero inferior, para evitar que las nuevas y venideras generaciones contaminen sus organismos como los que ahora son adultos.
Para colmo de males en el agua de la ciénaga las concentraciones de mercurio están diez veces por encima de las permitidas y la población de peces ha sido tan afectada que si históricamente el complejo lagunar producía hace 30 años más de 10 mil toneladas año de peces, especialmente bocachico, hoy la población extrae solo mil toneladas máximo, cada año.
El recurso flora también se ha visto duramente afectado por el problema contaminante y a partir de allí muchas de las especies que habitaban en el ecosistema migraron hacia otros sitios, por lo menos las que no murieron a raíz del fenómeno.
En los insistentes estudios para convencer aún más sobre la citada dificultad, se hizo un comparativo entre un grupo de personas de Ayapel y otro de Montería y las primeras acumulan en el cabello concentraciones de mercurio, diez veces más que las últimas.
También hay casos de niños con malformaciones en el municipio, por efectos del consumo de agua con mercurio.
Tema de tratamiento nacional. Justamente hoy en el centro de convenciones de Montería la CAR realizará una mesa de trabajo interinstitucional e intersectorial para abordar la problemática del deterioro ambiental en la ciénaga de Ayapel.
El evento será a partir de las 9:00 a. m. y del mismo participarán el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Desarrollo; Ministerio de Salud, la Agencia Nacional de Minería, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, la Unidad Nacional de la Gestión del Riesgo y Desastre, el Fondo de Adaptación, las CAR de Sucre y Bolívar y autoridades gubernamentales.
Por Eduardo García






