El presidente Barack Obama, el jefe del Pentágono, Leon Panetta, y los mandos militares de Estados Unidos expresaron su pesar por el incidente en el sur de Afganistán donde un sargento estadounidense mató a 16 civiles, y prometieron una investigación plena y rápida.
La Casa Blanca informó que Obama llamó por teléfono al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, para expresarle su pesar por el incidente, y prometió que EU hará todo lo posible para que se concluya una investigación a fondo de lo ocurrido. Estados Unidos 'hará rendir cuentas a quien sea responsable', añadió Obama.
Los hechos se presentaron ayer cuando el sargento la emprendió a tiros contra civiles que vivían en las cercanías de su base en el sur de Afganistán y mató a 16 personas, entre ellos tres mujeres y nueve niños, de acuerdo con el presidente afgano Hamid Karzai, quien exigió enérgicamente una explicación a Washington por los asesinatos.
La matanza profundizó una crisis entre las fuerzas norteamericanas y los afganos que estalló cuando los estadounidenses quemaron ejemplares del Corán.
Washington.