El ministro francés del Interior, Manuel Valls, denunció ayer la manifestación contra Estados Unidos que tuvo lugar ayer en el centro de París sin estar autorizada y que terminó con más de un centenar de arrestos y aseguró que actuará con firmeza para que no se reproduzcan protestas de este tipo.“He dado instrucciones para que estos actos no se reproduzcan”, subrayó Valls en una entrevista a la cadena de televisión “France 2”, antes de añadir que “estas manifestaciones están prohibidas. Cualquier hostilidad, cualquier llamamiento al odio debe ser combatido con la mayor firmeza”.
Insistió en que no permitirá que en las calles se pueda oír a “gente que grita eslóganes hostiles a países aliados de nuestros valores” y tampoco a “mujeres cubiertas por entero con velo”, en alusión a quienes se concentraron, sin solicitar permiso, en los alrededores de la embajada de EU y se pusieron a rezar, en protesta por un vídeo que consideran blasfemo hacia los musulmanes.
El ministro socialista afirmó que los participantes en esa protesta “son unas pocas personas”, pero al margen de su número reducido quiso dejar claro que el integrismo constituye un problema real en algunos puntos del país.“Hay pequeños grupos que actúan en nuestros barrios que propugnan un islamismo radical”, comentó Valls, antes aludir a la amenaza terrorista y recordar las matanzas del pasado mes.