Compartir:

Alrededor de 300 personas se concentraron este sábado en el centro de Miami (EEUU) para expresar su oposición contra el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el acuerdo suscrito entre su Gobierno y las Farc, convocados por el partido de derechas Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe.

Bajo el lema 'No más Santos, no más Farc', la concentración de Miami fue una de las varias marchas que se celebran en otras ciudades de Florida y Estados Unidos, que a su vez se suman a la movilización nacional que hoy se desarrolla en Colombia.

Lea además: Entre rechazo y apoyo, Valledupar marchó contra la corrupción

'Estamos en manos de un dictador que no reconoce la voluntad popular', declaró a Efe el coronel retirado Luis Alfonso Plazas Vega, quien fue jefe de la Dirección Nacional de Estupefacientes durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).

Plazas Vega señaló que la comunidad internacional tiene que saber que 'esos acuerdos que el pueblo colombiano negó en un plebiscito han sido impuestos mediante procesos ilegítimos'.

'El Gobierno del presidente Santos está entregando al país un llamado un acuerdo de paz, que no es otro que un acuerdo con el narcotráfico', agregó el exmilitar, quien fue uno de los oradores durante la concentración celebrada delante de la Antorcha de la Amistad, ubicada en el Bayfront Park.

El Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) firmaron el pasado 24 de noviembre un acuerdo de paz que en la actualidad se implementa con la tramitación de leyes en el Congreso y la reunión de los guerrilleros en 26 zonas rurales donde dejarán las armas y luego se desmovilizarán.

No obstante, para algunos de los manifestantes en la concentración de Miami el del pasado noviembre es 'un acuerdo de impunidad', como declaró a Efe Marc Gonsalves, uno de los rehenes liberados en 2008 junto a Íngrid Betancourt en la llamada 'Operación Jaque'.

'La opinión y votos también tienen valor, por eso estoy aquí, para buscar la justicia que tantos merecen', agregó Gonsalves, uno de los tres estadounidenses que trabajaban como contratistas para el Pentágono y estuvieron más de cinco años en poder de las Farc.