La ONU dijo este miércoles 3 de septiembre estar “muy preocupada” por lo que llamó “la tensión creciente entre Estados Unidos y Venezuela”, tras el asesinato ayer de once supuestos miembros de la banda criminal transnacional de origen venezolano Tren de Aragua por un ataque estadounidense en el mar Caribe.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, subrayó que las diferencias entre los países “deben resolverse de acuerdo con la ley internacional y la carta de Naciones Unidas”.
Pero al ser preguntado por la legalidad de ese ataque, el portavoz evitó pronunciarse y aludió a la complejidad de la lucha contra las drogas y el crimen transfronterizo.
“Todos sabemos que el tráfico internacional de drogas y el negocio transnacional de drogas suponen una gran amenaza para la región y más allá”, recalcó, e insistió en que quienes luchen contra ese flagelo deben hacerlo “según el imperio de la ley”.
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En días pasados, el Gobierno de Venezuela solicitó la intervención del secretario general de la ONU ante la llegada de varios destructores estadounidenses cerca de las aguas venezolanas en un pico de tensión sin precedentes, pero Guterres no ha ido más allá de darse por enterado y multiplicar los llamamientos a una desescalada.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayer calificó a los once muertos de “narcoterroristas”, dio a entender que ataques como ese continuarán en el futuro: “Tenemos que proteger a nuestro país, y lo vamos a hacer. Venezuela es muy mal actor. No vamos a tolerarlo más”, dijo hoy en declaraciones a los periodistas.