Compartir:

La Casa Blanca está considerando suspender el habeas corpus, el principio jurídico que protege a las personas contra las detenciones arbitrarias, para intensificar sus políticas antiinmigrantes en el país.

Lea: Estados Unidos libera cada semana millones de moscas sobre Panamá: ¿por qué?

En declaraciones a reporteros, Stephen Miller, uno de los principales consejeros del presidente Donald Trump, argumentó que la Constitución permite la suspensión del habeas corpus “en tiempos de invasión”.

“Es una opción que estamos considerando de manera activa y todo depende de si las cortes hacen lo correcto o no”, agregó.

El Gobierno de Trump ha usado la excusa de una “invasión” de migrantes para justificar legalmente acciones como la militarización de la frontera con México o la expulsión de extranjeros -en su mayoría venezolanos- hacia la megacárcel del CECOT en El Salvador.

También: “Acaben con esta estúpida guerra”: el mensaje de Trump a Rusia y Ucrania

Varias organizaciones en defensa de los derechos humanos han presentado demandas en oposición a las políticas del Ejecutivo y, en múltiples instancias, los tribunales han fallado a su favor, obstaculizando los planes de Trump.

Las ONG han usado precisamente el habeas corpus como defensa para frenar las expulsiones de más migrantes al CECOT y de varios universitarios señalados por su activismo pro-palestina.

Este principio jurídico solo ha sido suspendido en cuatro instancias en la historia de EE.UU: durante la Guerra Civil y el periodo de Reconstrucción, en Filipinas cuando estaba bajo control estadounidense y en Hawái tras el ataque japonés a Pearl Harbor.

La Administración republicana ha decidido forzar los límites del judicial, ignorando las órdenes de dos jueces federales y lanzando una campaña en su contra.

Además: Familia de hombre asesinado en 2021 utilizó IA para que hablara durante juicio contra el homicida

El caso de las expulsiones al CECOT ha sido uno de los más polémicos: el Gobierno se ha negado a cumplir con la solicitud del Supremo y de un tribunal en menor instancia de “facilitar” el regreso de Kilmar Ábrego García, un migrante que fue enviado al país centroamericano pese a tener un estatus legal.

Miller, el principal arquitecto de las políticas antiinmigrantes del Gobierno, ha tildado a varios jueces federales de “activistas” y los ha acusado de orquestar un “golpe de Estado judicial”.