El contexto es histórico. Es posible que, del mismo modo, los resultados también lo sean.
Expectativa y tensión hacen parte de la antesala de las elecciones presidenciales en uno de los países más importantes de la región: México, cuyos ciudadanos saldrán a las calles este domingo para elegir a la persona que reemplazará en el cargo a Andrés Manuel López Obrador.
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Para la carrera, al menos en la previa, quien parte como favorita es la candidata del oficialismo: Claudia Sheinbaum.
Sheinbaum, enfoque en políticas progresistas
61 años de edad y miembro del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum es doctora en ciencia física de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), y cuenta con un amplio historial académico, pero también político.
En julio de 2018 fue elegida Jefa de Gobierno de la Ciudad de México para el periodo entre ese año y el 2024.
Abandonó el cargo en junio de 2023 y desde entonces comenzó la candidatura por la presidencia.
En sus propuestas, Sheinbaum propone la continuidad de las 4T, es decir, cuarta transformación, una idea de Amlo desde un enfoque que busca luchar contra la corrupción a partir de una redistribución de la riqueza.
Del mismo modo, Sheinbaum se ha mostrado favorable a incentivar políticas amigables con el medio ambiente, considerando que el transporte público debe migrar a modelos ecológicos para reducir las emisiones de carbono.
Además, promueve de forma comprometida la fomentación de la igualdad de género y la protección de los derechos de las mujeres.
Xóchitl Gálvez, oposición y segunda en carrera
Mitofsky, empresa mexicana de análisis de opinión pública, indica que Sheinbaum ocupa el 48,9 de la intención de voto. En segundo lugar aparece otra mujer: Xóchitl Gálvez.
Gálvez nació en el seno de una familia humilde. Pasó de vender gelatinas para sobrevivir a ser estudiante universitaria gracias a una beca. Se graduó de ingeniera en computación y creó compañías tecnológicas que le representaron un importante ascenso económico.
Está vinculada a la política desde el año 2000, cuando fue nombrada por Vicente Fox para dirigir la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y fue senadora en el periodo entre 2018 y 2023.
También fue comisionada nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y su postura se enmarca en un contexto de independencia dentro del partido que respalda su candidatura, o al menos, así lo señala la analista invitada Luz Gexi Girón Valencia, colombiana radicada en México y quien cuenta con un doctorado en ciencias políticas y sociales.
Desde su perspectiva, Lexi considera que hay cuatro banderas sobre las cuales giraría la plataforma política de Gálvez:
- Desarrollo Económico: Promueve un modelo económico liberal, con énfasis en la creación de empleo, el apoyo a emprendedores y la inversión extranjera.
- Derechos Indígenas: Defiende los derechos de las comunidades indígenas, impulsando políticas inclusivas y de desarrollo sostenible.
- Transparencia y Anticorrupción: Enfatiza la transparencia gubernamental y el combate a la corrupción, proponiendo mecanismos de rendición de cuentas más estrictos.
- Equidad de Género: Fomenta la igualdad de género a través del movimiento de la OLA ROSA, la protección de los derechos de las mujeres, en línea con los movimientos feministas.
Jorge Álvarez Máynez, la tercera opción
El tercer candidato en carrera es Jorge Álvarez Máynez, de 38 años, quien en la medición alcanzó un 10,3 % de intención de voto. Su vida en cargos públicos inició en el 2004 como regidor (cargo similar al del concejal de un municipio) en Zacatecas.
Entre sus propuestas se destaca:
- Desmilitarizar la seguridad pública y evitar que los militares participen en tareas de administración pública que competen a las fuerzas civiles.
- Regular el consumo de marihuana.
- Crear un sistema universal de pensiones con perspectiva de género
- Garantizar el acceso a servicios bancarios y de crédito para todos los ciudadanos.
- Acabar con 'la vieja política' y tener propuestas para las infancias y las personas vulnerables.
Dos mujeres contra la historia
Que dos mujeres ocupen el primer lugar de la contienda marca dos contextos.
O al menos, así lo percibe la analista mexicana Martina Peirano: “Si bien México es un país con un amplio desarrollo del feminismo, que Gálvez y Sheinbraum estén a la cabeza se une a la larga lista de golpes a lo establecido desde la región. Un cambio de paradigma. Desde el triunfo de Petro en Colombia, Milei en Argentina y Noboa en Ecuador”, señala.
Para Lexi, por su parte, no deja de ser 'un esfuerzo de las propias mujeres, en posicionar y elevar la fuerza de las leyes de paridad política y relegar un poco a la condición de equidad. Sabemos, que son etapas, pero este hecho no es solamente por luchas y movimientos sociales en las calles, si ayuda, y mucho, pero también se da por un cambio de mentalidad social, de inclusión y participación ciudadana, dirigido a consolidarse y ser aplicables en las leyes de México', manifiesta.
Aunque la doctora Girón Valencia cree que los cambios en favor de la mayor presencia femenina se deben a grandes reformas legales de paridad de género que han abierto espacio al empoderamiento de movimientos feministas, 'creo que uno de los cambios que es fundamental para crecer y avanzar como sociedad son en las Iniciativas y Programas de Capacitación para las mujeres, desde los partidos políticos, esa cuota en recursos económicos de participación para la capacitación de las mujeres, fue y es un gran detonante, para que hoy tengamos por primera vez en la historia de México a 2 candidatas mujeres hacia la presidencia del país', expone.
Violencia política y narcotráfico
Arturo Espinosa es director de Laboratorio Electoral, grupo de investigación de la democracia en México. Desde su perspectiva, la violencia en los territorios es la manera utilizada por los cárteles para ejercer control. “Estructuralmente, es el más vulnerable, el más débil, el que menos recursos tiene, el que menos fortaleza institucional tiene”, señaló, al referirse a los 272 casos de violencia electoral registrados en el marco de este panorama.
Y es que los datos, son por lo menos, alarmantes. Al menos 36 personas con intenciones de llegar a cargos de elección popular en México fueron asesinadas desde el mes de junio de 2023.
Esto de la mano con el narcotráfico, uno de los principales detonadores del aumento de la violencia en México. De acuerdo con datos del Colegio de México, alma máter de la ciudad capital, el ciclo electoral de 2021 (el antecedente más reciente), registró los asesinatos de por lo menos 32 cantidatos. En el estudio, uno de los participantes fue Manuel Pérez Aguirre, quien manifestó que los asesinatos son una manera de “influir en los otros candidatos para que bajen su perfil, sabes? Como recordatorio de que no se mandan solos”.
Manuela Rodríguez, colombiana del Institute of Politics de Harvard, consideró que “el narco provoca un efecto de democracia vigilada. La gente puede votar, pero no elige realmente a quien los gobierna. Desde que el dinero del narco infiltra campañas, permite a sus cabecillas tener acceso a información que debilita los aparatos de seguridad de las naciones”.
¿Cuánta probabilidad tiene de ganar cada candidato?
El récord de muertes que deja el gobierno de Amlo
A corte de mayo de 2023, México traspasó la línea de 157 mil personas muertas de forma violenta en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien superó en cifras a sus antecesores pues, durante el gobierno de Peña Nieto hubo 157.000 víctimas; en el de Felipe Calderón se rebasaron los 120.000 muertos, que fueron casi el doble de las 60.280 de la gestión de Vicente Fox.
Francisco Franco, consultor y académico en materia de inteligencia y seguridad, considera que la propuesta de Amlo -denominada Abrazos no Balazos- no tuvo el éxito esperado en materia de resultados concretos. 'Recordemos que los criminales tienen dos tipos de conflictos: uno es el criminal vs. criminal y el otro es criminal vs. Estado', expone.
'Aunque el Estado diga bueno, pues yo no te voy a atacar. Yo voy a hacer atender el problema desde otro fenómeno, pues eso no significa que no haya violencia y no haya violencia en contra de la población, entonces por eso este sexenio tuvimos un récord de muertes mucho más que en los sexenios anteriores donde se suponía que teníamos una guerra abierta en contra de la criminalidad', asegura.
Desde su perspectiva, Sheinbaum mantendrá el planteamiento elegido por Amlo para esta problemática, que no planteó innovaciones algunas para el país.
'Creo que se tienen que evaluar los programas que tiene el país desde lo social, pero recordemos que la criminalidad en México no solamente está alimentada de gente pobre, no, eso sería criminalizar la pobreza, y este fenómeno también comprende gente rica', expresa.
