Para los cataríes afectados por la crisis diplomática, la realidad de la política es desoladora: familias divididas, bienes bloqueados y sueños estancados.
Para los cataríes afectados por la crisis diplomática, la realidad de la política es desoladora: familias divididas, bienes bloqueados y sueños estancados

Para los cataríes afectados por la crisis diplomática, la realidad de la política es desoladora: familias divididas, bienes bloqueados y sueños estancados.