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Las mujeres llegaron a los Juegos Olímpicos de París dispuestas a romper marcas, conquistar medallas y sobre todo a dejar en alto no solo la bandera de su país, sino también al género femenino.

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Es por ello que la palabra “histórico” está muy de moda por estos días, ya que varias mujeres además de destacarse en su disciplina deportiva, envían mensajes que las muestran mucho más fuertes ante el mundo, como es el caso de la gimnasta estadounidense Simone Biles, quien tras su ausencia en Tokyo 2020, tras sufrir una crisis de depresión y ansiedad, regresó para arrasar en el medallero y consagrarse como la más ganadora de la historia. Los aplausos deben darse de pie para esta joven de 27 años que se sobrepuso a cualquier miedo que la invadía para triunfar.

Otras competidoras como la esgrimista egipcia Nada Hafez, quien decidió combatir con siete meses de embarazo. Aunque el público y los televidentes del mundo no se percataron de este hecho, fue a través de sus redes que Hafez lo hizo público.

“Lo que te parece como dos jugadores en el podio, ¡en realidad eran tres! Fui yo, mi competidor y mi pequeño bebé. La montaña rusa del embarazo es dura por sí sola, pero tener que luchar para mantener el equilibrio entre la vida y los deportes fue agotador; sin embargo, vale la pena”, escribió en su cuenta de Instagram.

Nada Hafez ganó en la primera ronda de la competición femenina de sable, sin embargo, en los octavos de final, la coreana Jeon Hayoung la venció. De esta manera, dejó claro que el embarazo no es impedimento para alcanzar sueños.

RITCHIE B. TONGO/EFEEFE

Guardería y salas de lactancia

Un hecho que ha llamado positivamente la atención en las olimpiadas de este año es que gracias a la iniciativa de la velocista estadounidense Allyson Felix, fue creada por primera vez en la Villa Olímpica una guardería. Este espacio les permitirá a las participantes que son madres, tener la oportunidad de que sus hijos sean cuidados mientras ellas dan lo mejor de sí en la arena.

El Comité Olímpico Internacional (COI) ha explicado a medios de comunicación que la guardería es una forma de apoyar a los atletas, “queremos asegurarnos de que el embarazo y la maternidad no signifique el fin de una carrera, en particular para las atletas”.

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También cerca de las áreas de competencia han sido creadas las salas de lactancia, dotadas con sillones, cambiadores y todo lo necesario para que las atletas puedan alimentar a sus hijos de una manera cómoda y discreta.

“Creo que realmente muestra que las mujeres pueden elegir la maternidad y también estar en la cima de su deporte”, explicó Felix, quien en 2018 ocultó su embarazo por el miedo a las consecuencias sobre su carrera.

Rakuto Makino/IOCCortesía Comité Olímpico Internacional

Paridad de género

Los Juegos Olímpicos de París 2024 tienen paridad de género en lo que refiere al número de deportistas. Según el COI, hay un total de 10.500 atletas, de los cuales 5.250 son mujeres y 5.250 son hombres.

París ha sido una sede clave para las mujeres en la historia de los Juegos Olímpicos. La edición de 1900, en la capital francesa, fue la primera que tuvo participación femenina entre los deportistas.

Hace 124 años, apenas un 2,2 por ciento de los atletas fueron mujeres. Desde entonces edición tras edición ha ido aumentando el número de mujeres, hasta llegar nuevamente a París 2024, donde las cargas están equilibradas.

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En ese sentido Carmen Rosa Mendivil, Magíster en Género, dijo que: “Si nos vamos a los Juegos Olímpicos de hace 20 años, en comparación con los de ahora, tenemos una representación de casi el 50 % de mujeres en los deportes, escasamente hace 20 años, apenas se lograba el 15 %. Entonces, sí estamos teniendo muchos avances en este sentido y creo que es porque precisamente las mujeres están expresando, no solamente que son capaces, sino también que han empezado a ajustar situaciones que antes eran consideradas normales, entre comillas, como por ejemplo situaciones de acoso, abuso o violencia sexual contra ellas”.

Mendivil recordó que el deporte ha sido creado por y para hombres, por lo que el ingreso de las mujeres al deporte fue precisamente un espacio ganado por ellas, que empezaron a demostrar sus capacidades. “A mediados del siglo pasado era muy difícil que una mujer accediera a deportes porque precisamente el deporte ha sido un terreno básicamente masculino, y partía desde esa perspectiva de que se consideraba que las mujeres eran incapaces de desarrollar deportes, sobre todo los asociados a fuerza. Hoy es evidente cómo las mujeres han ido demostrando precisamente esas capacidades y el deporte ha tenido que adaptarse también a este nivel de mujeres”.