Día de la Tierra: ingeniero ambiental le apuesta al cuidado del medioambiente

Con el propósito de generar conciencia y conexión con la naturaleza, Eduar Tarazona, ingeniero ambiental de la Universidad de la Costa CUC de Barranquilla, se ha unido en pro de la conservación de la Tierra y las especies que lo rodean para que las futuras generaciones gocen de la biodiversidad del planeta por medio de 'acciones locales que generen cambios globales'.

En conmemoración al Día de la Tierra, el ingeniero ambiental contó a EL HERALDO cómo por medio de su carrera profesional, cuyo pilar mueve cada fibra de su ser, creó dos proyectos enfocados en el bienestar de naturaleza y la conciencia ambiental a través de actividades empleadas —hasta el momento— con comunidades de dos departamentos de la región Caribe.

Hace 11 años (en 2012) se gestó la Organización de Talento Humano Ambiental (Otha) de la cual es cofundador Tarazona al lado de Beatriz Ferreira quienes diseñaron este movimiento, apoyado por otros ingenieros ambientales, enfocado en la instrucción de la contaminación, conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra; sin pasar por encima de la idiosincrasia de las comunidades debido que el objetivo es promover la responsabilidad ambiental.

'Nos enfocamos en los niños —más que todo— realizando trabajo social pues consideramos que la educación es la herramienta máxima, la más importante y útil para cambiar el entorno donde se vive. Hemos trabajado en Barranquilla y su área metropolitana en Las Flores, La Playa y en municipios de la zona Bananera como Orihueca, Magdalena, donde hemos capacitado a los niños de los colegios dándoles a conocer todo lo que pueden realizar desde el reciclaje, evitando el cambio climático, el trabajo que pueden realizar desde sus casas y el aprovechamiento de residuos', explicó Tarazona.

Para ‘Otha’ los niños son los actores principales a la hora de diseñar mecanismos alternativos para la conservación de la Tierra. Esta comunidad es el futuro de la sociedad. La capacidad de retentiva de los más pequeños permite que cada palabra y actividad desarrollada termine siendo reminiscencia. No obstante, cada vez son más las personas con una mejor visión del mundo y la preservación del mismo. Esto fue confirmado por Eduar Tarazona quien recordó como una gran anécdota el día que unos recicladores se unieron a la causa en un barrio de Barranquilla.

'Tenemos casos específicos como el barrio Las Flores donde unos recicladores nos apoyaron con el fin de que los jóvenes supieran el valor que tiene el reciclaje; para que dimensionen el gran aporte que tiene al medioambiente y el beneficio monetario para quienes desarrollan la actividad con amor (…) El objetivo es que los niños tengan responsabilidad con lo que nos compete a todos para evitar de que el día de mañana estemos afectados. Afortunadamente, son más los menores que ya reconocen el tema del cambio climático', manifestó el ingeniero ambiental.

Este movimiento se une a las múltiples acciones que son realizadas por activistas en las diferentes zonas de Colombia. Un grano de arena que suma a la montaña de objetivos para intensificar la lucha contra las acciones que repercuten en la flora, fauna, ríos, mares y especies que habitan el planeta. Para motivar a los niños, ‘Otha’ también realiza la donación de regalos en temporada decembrina como un recordatorio de que las buenas acciones hacia la Tierra traen consigo una recompensa. Más allá de lo material, la idea es que los menores tomen conciencia de sus acciones y tengan una conducta favorable con la naturaleza.

'Hemos visto la disminución de residuos en las playas y en los mismos sectores donde nosotros realizamos las capacitaciones en las instituciones educativas. Es increíble que con unas pequeñas enseñanzas, se contribuya al medioambiente. Los jóvenes están acostumbrados a vivir el mundo bajo la inmediatez, todo es rápido, pero hemos logrado que retengan esa cultura y responsabilidad con el medioambiente', agregó el líder de ‘Otha’.

El ingeniero relató que los residuos en exceso generados por uno de los centros educativos que han visitado en Orihueca, Magdalena —cuyo nombre reservó— se convirtieron en una fuente de aprovechamiento; a través del reciclaje de botellas PET y las herramientas de hierro de los pupitres se están vendiendo para la construcción de un parque en una zona aledaña a la institución con el fin de recuperar el espacio.

'Regalas sonrisas pero cuidando el medio ambiente', bajo esta frase nació la fundación ‘Reciclando sonrisas’, creada por los ingenieros Eduar Tarazona, Mario Guzmán y José Espinoza profesor de la CUC ,cuyas actividades comprenden siembra de manglares y el recorrido de zonas naturales.

'Es la parte fundamental de nosotros, no realizamos investigaciones, vamos a comunidades específicas donde ejecutamos jornadas con los jóvenes y los sacamos de sus barrios para que conozcan otras zonas aledañas. Les llevamos comida, obsequios y realizamos juegos. La idea es regalarles una sonrisa, pero cuidando el medioambiente', explicó Tarazona.

'Todos regresamos a la tierra, somos un ciclo de vida que termina donde inicia, todavía no hemos inventado algo para que seamos eternos. Debemos entender la Tierra como parte fundamental de nosotros. Si no somos parte de ella no vamos a lograr que nuestras generaciones tengan un mejor futuro y podamos disfrutar de los ríos y mares. Debemos hacer acciones locales que generen cambios globales', concluyó el ingeniero ambiental.