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El alcalde Rafael Alejandro Martínez mostró su preocupación por la percepción de inseguridad que hay en Santa Marta, lo cual –según su apreciación– va en contravía de las estadísticas nacionales, en las que muestran a esta capital como la segunda ciudad con la menor tasa de homicidios.

El dantesco crimen de un vigilante el domingo en la Urbanización El Parque, a piedras y cuchillo, y el asesinato a bala de dos universitarios en el cerro de El Reposo, en el día de ayer, incrementan esa idea.

Estos recientes sucesos han motivado la realización en el día de hoy de un consejo de seguridad en donde el mandatario espera recibir un informe detallado de los hechos que han alterado la tranquilidad y el orden.

Martínez no esconde que está preocupado y afirma que hay que trabajar de la mano entre Policía, Alcaldía y comunidad. Por ello, en función de cumplir con su función institucional, liderará la toma de barrios, tal y como lo anunció en el barrio Garagoa, al oriente de la ciudad, donde lanzó un proyecto de vivienda.

'De acuerdo con la radiografía que reciba de la ciudad en el consejo de seguridad me tomaré los barrios', dijo.

Rafael Martínez sostiene que a la ciudad 'hay que hablarle con claridad' y pide a las autoridades que en este sentido digan si es que hay una nueva banda criminal o si lo que está pasando es por tráfico de drogas.

Descomposición social

Al mandatario local le asiste una gran preocupación el hecho de que en la ciudad se dibuje claramente el fenómeno de la descomposición social, pero sobre todo en lo que considera triste y que quedó evidenciado en el cruel hecho de la urbanización El Parque: la indolencia, la intolerancia y la falta de humanidad.

'No es posible que dos personas congelen a un grupo; no es lógico que muchos se mostraran como espectadores de un acto de barbarie', precisó.

'Estamos ante un hecho de descomposición social, de transformación de valores y de principios', aseveró Martínez.

Agregó que 'la responsabilidad no es solo de la Alcaldía ni de las instituciones, también de los individuos y de la familia'.

En lo que a la política pública asegura que su gobierno está trabajando en el cambio de mentalidad, pues no solo se realizan acciones para mejorar las condiciones físicas de la ciudad, sino en lo social.

Dijo que, por ejemplo, hay 9 mil niños beneficiándose de las escuelas populares del deporte y 3 mil más en escuelas de artes y música.

Llamó la atención de los padres de familia y primeros dolientes (tíos, abuelos, primos), a quienes les preguntó qué están haciendo frente a la droga.