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La familia Revilla Valencia atraviesa uno de los episodios más duros en la vida: la muerte de un hijo.

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Se trata del joven Albes Jesús Revilla Maza, un menor de 15 años que fue hallado sin vida a primeras horas de la mañana de este miércoles 1 de octubre en el arroyo El Platanal, sector del barrio Siete de Agosto, Soledad.

Cortesía Alcaldía de Soledad y archivo EL HERALDO. Albes Jesús Revilla Maza cayó al arroyo El Platanal y permanece desaparecido.

De acuerdo con las primeras versiones, Albes Jesús había sido visto con vida por última vez cuando salió en horas de la tardes del lunes a ejercitarse en el Polideportivo de Soledad 2000.

En ese momento, una torrencial lluvia cayó por todo el sector y el menor, junto con otros compañeros, empezaron a jugar en la calle entre la fuerte tormenta. Sin embargo, la alegría pasó al miedo en un abrir y cerrar de ojos cuando el adolescente cayó hacia las turbulentas aguas del mencionado arroyo.

Tras varias horas de la ardua búsqueda, casi 36 horas, para tragedia de sus allegados, el cuerpo del joven fue hallado sin vida a orillas del arroyo El Platanal.

Jeisson GutierrezEl cuerpo del adolescente fue hallado a orillas del arroyo El Platanal, sector del barrio Siete de Agosto.

Su padre, Albes Rafael Revilla Valencia, en diálogo con EL HERALDO, recordó con voz entrecortada las últimas palabras que intercambió con su hijo y la amarga forma en que se enteró de su fallecimiento.

Sergio PoloMomentos en los que Albes Rafael Revilla Valencia, padre de la víctima, narra como se enteró de la triste noticia de la muerte de su hijo.

“Desde el primer momento tuve una corazonada. Sentía la preocupación, lo busqué y lo busqué...Ayer lo estuve buscando hasta las 12 de la noche, hoy me desperté, me paré de la cama a las 4:00 de la mañana porque no podía quedarme tranquilo”, narró.

Según el relato del progenitor, un amigo del menor fue quien le reveló lo que había acontecido aquella tarde de lunes, aunque unas horas después de la tragedia. “El amigo me dijo que mi hijo se cayó, pero que le dio miedo avisar y se fue para su casa. Eso pasó como a las nueve y media de la noche”, sostuvo Revilla.

Revilla recuerda con claridad las últimas palabras que cruzó con su hijo antes de salir de la casa: “Papá, dame permiso que voy a entrenar. Yo vengo antes de las 9.” A lo que él respondió: “Bueno, dale, ven temprano, que la comida va a estar lista temprano.”

Ya con el permiso del padre, el menor salió de su casa eso de las 6:00 de la tarde rumbo al parque donde solía hacer calistenia, una disciplina de barras y ejercicios de fuerza.

La búsqueda no se detuvo en toda la noche. Revilla contó que se encontraba junto a miembros de la Defensa Civil organizando labores para encontrarlo cuando recibió la peor noticia. “Yo venía con ellos en el carro de la Policía, cuando llamaron y me avisaron que había un cuerpo. Ahí me trajeron, ya identificado”, dijo con la voz quebrada.

Jeisson GutierrezMomentos en que el cuerpo del joven de 15 años es trasladado por miembros de la Defensa Civil hasta el camión del CTI.

Del joven, lo que más recuerda su padre es su compañía constante y su empeño en el trabajo familiar. “Siempre andaba conmigo para arriba y para abajo, me ayudaba en la empresa. Ya sabía tapizar igual que yo. Le gustaba jugar sus juegos en el teléfono. Siempre estaba a mi lado”.

Revilla explicó que la familia lleva años dedicada a la tapicería, oficio que aprendió su hijo desde muy pequeño, y que ahora queda inconcluso tras la tragedia. Sin embargo, en medio del dolor, confesó sentirse desorientado sobre lo que sigue: “No sé cómo tengo que hacer para enterrarlo porque yo no soy de acá”.