Son muchas las maneras como traficantes, y hasta familiares de personas detenidas, intentan ingresar drogas a las cárceles, situación que se facilita, en muchas ocasiones, por la falta de funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, como lo reconoce Milton Aníbal, miembro del sindicato regional Norte del Inpec, y guardián de la Cárcel Modelo de Barranquilla.
El mes pasado, asegura Aníbal, decomisaron 750 gramos de marihuana que estaban dentro de un balón de fútbol, el cual fue pateado desde la parte externa del centro carcelario.
También incautaron 1.750 gramos de marihuana que estaban metidos en dos recipientes de suplementos dietarios.
'No tenemos el personal de guardia suficiente para mantener la vigilancia permanente sobre la parte externa del establecimiento, solo tenemos los cuatro gariteros, no tenemos ni un radio de comunicación para dar la alerta y hasta nos ha tocado hacer tiros al aire para alejar a las personas que lanzan la droga desde afuera', afirma Milton Aníbal.
El funcionario del Inpec asegura que diariamente llegan personas al establecimiento carcelario y arrojan droga y hasta celulares empacados. Para ello, dice Aníbal, se colocan del lado del caño y desde allí lanzan los objetos a la cárcel.
'Lo que arrojan desde el lado del caño cae en el patio 8, cuando lo tiran del otro lado, que es como un parqueadero, cae en el pabellón B, cuando entramos corriendo a buscar lo que lanzaron, ya lo han desaparecido', dice.
Apoyo
Debido a la falta de personal con que cuenta la Cárcel Modelo, según lo denunciado por el sindicato del UTP del Inpec regional Norte, la labor de vigilancia a los internos se vuelve más difícil, al igual que controlar la parte externa del establecimiento carcelario ubicado en la Vía 40.
'Es importante que la Policía nos preste colaboración en el sentido de que realicen rondas de vigilancia en las afueras del establecimiento para evitar que extraños sigan arrojando drogas y celulares a los patios del establecimiento', concluyó Milton Aníbal.
Un caso sonado se registró el 20 de septiembre de 2016 cuando la esposa de Alex Rafael Bula Bayona, alias Alexito, presunto integrante de la banda delincuencial ‘Los Calabazos’, llegó al Centro de Servicios a llevarle unas empanadas para que desayunara, pero al revisarlas, la guardia de las carceltas descubrió que en el interior de las mismas había unas bolsas plásticas que contenían droga.
La droga fue incautada y la mujer sacada del complejo judicial.


