Es el hombre que burló por segunda ocasión el sistema penitenciario mexicano: Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo Guzmán. Bigote negro, mirada perdida, cabello revuelto, de poca estatura. Una década atrás, libró el encierro de los barrotes metido en un carrito de lavandería. Cuando la leyenda lo posicionaba como el verdugo prófugo más escurridizo del planeta, llegó su segundo arresto en 2014 y una fuga digna de cualquier película de Hollywood.
Su recaptura el año pasado, en el baño de un edificio residencial y sin un solo disparo, había puesto en manos de la justicia mexicana al hombre que contaría los pecados que muchos empresarios, políticos y criminales no querían oír.
El narcotraficante más buscado del mundo había sido arrestado de madrugada en el baño de un condominio junto al malecón de las playas de Mazatlán, al norte de México. Las autoridades calificaron al edifico como 'una ratonera' que solo era custodiada por el portero y el secretario particular del capo. Desde entonces el edificio Miramar se convirtió en un centro de atracción turística, donde cientos de personas posaban para una fotografía.
17 meses después la historia cambiaría
En la parte de la regadera, en la propia celda del capo, fue hecho este hueco que le facilitó ingresar al túnel.
Por aquí descendió a las nueve de la noche ‘el Chapo’ Guzmán, en el inicio de su fuga.
En el túnel, de 1.5 kilómetros, en línea recta, las autoridades encontraron ventilación y alumbrado, igual que una motocicleta adaptada a unos rieles que, al parecer, era utilizada para remover la tierra. Este llegaba a una casa.
La madrugada del domingo pasado la noticia comenzó a filtrarse. El Chapo habría ido a ducharse para no regresar jamás a la prisión de alta seguridad del Altiplano, ubicada a 90 minutos de la Ciudad de México, y considerada la más vigilada del país.
Un túnel de kilómetro y medio, de cuya construcción 'nadie vio, ni escuchó', se convertiría en la puerta de salida del capo que se esfumó mientras el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y medio gabinete, estaban en Francia en una visita oficial.
De México para el mundo. Joaquín Guzmán Loera es un mafioso de talla internacional cuyos tentáculos de la droga comenzaron en México y se extendieron en América Latina, Asia y Europa.
Uno de sus principales lugares de operación fue Argentina, donde, según la DEA, en 2007 utilizó una falsa identidad y se trasladó a Buenos Aires. Documentos oficiales en poder de los Estados Unidos confirmarían que su esposa e hijastra lo acompañaron en ese viaje donde se fraguaron nuevas rutas para el trasiego de estupefacientes. El Chapo vivió en la capital bonaerense durante ocho meses, entre 2011 y 2012, se lee en los registros del pasaporte apócrifo que utilizó.
Investigaciones en Argentina, México y Estados Unidos calculan que Guzmán Loera habría estrechado sus lazos con laboratorios de droga instalados en las afueras de las grandes ciudades. Los pasos del líder del Cartel de Sinaloa dejaron huella en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, donde instalaría una red para trasladar estupefacientes desde el Cono Sur hasta Europa y los Estados Unidos. Se le conocería más tarde como la Ruta de la Efedrina.
Después de casi nueve meses de pisar Argentina, la DEA se enteró de la presencia del narcotraficante. Para entonces, el Chapo ya había salido de Buenos Aires, pasando por Uruguay y Colombia, países aliados a su actividad ilegal.
Cuatro años atrás las autoridades uruguayas alertarían sobre la presencia del Cartel de Sinaloa en su territorio. En 2008 la policía charrúa desmembró una célula del cartel encabezado por el Chapo que intentaba sacar del país 142 kilos de cocaína. La célula sinaloense pretendía quitarle el negocio a los narcotraficantes colombianos en el tráfico de metanfetaminas, cocaína y marihuana. Aliados de Guzmán se trasladaron a Montevideo y lograron triangulaciones millonarias.
En 2012 se supo de El Chapo también en Colombia. Después de cuatro años de investigación y con el apoyo de la DEA, la Policía Nacional logró incautar 36 inmuebles, 15 sociedades, 6 vehículos de lujo y un título fiduciario cuyo valor se estima en 15 millones de dólares. Todo era propiedad de la organización de Guzmán.
En esos años, se supo que los bienes fueron incautados en operativos realizados de manera simultánea en Medellín, Cali, Bogotá y siete municipios más del departamento de Antioquia. La identificación de los recursos se logró gracias a la colaboración de Pedro Antonio Bermúdez Suaza, alias el Arquitecto, quien coordinaba a los prestanombres del Chapo en Colombia.
Bermúdez Suaza había hecho fortuna enviando cargamentos de clorhidrato de cocaína hacia México desde Cali y Río Negro, en Colombia, así como desde las Islas Margarita, en Venezuela.
El lunes pasado, la procuradora de México mostró la foto más reciente del capo Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
Aliados en Colombia
No era la primera vez que le decomisaban bienes al Cartel de Sinaloa en territorio colombiano: 2010, la Dirección de Investigaciones Criminales expropió 264 inmuebles evaluados en 75 millones de dólares.
La Policía colombiana reveló que la mayoría de las propiedades del Chapo en Colombia estaban a nombre de una familia de apellidos Cifuentes Villa. Eran testaferros colombianos que desde hace ya varios años se relacionan con el mundo de la mafia y operaban como socios del Chapo Guzmán en el envío de embarques de cocaína.
El líder del Cartel de Sinaloa y la familia Cifuentes Villa fueron acusados por el envío de, al menos, 30 toneladas de cocaína de Colombia hacia los Estados Unidos entre 2011 y 2013. También el Gobierno colombiano los acusó por lavado de dinero en su momento.
Guzmán, en México, y los Cifuentes, en Colombia, se aliaron para el envío de cargamentos y blanqueo de activos a través de empresas importantes con sucursales en Panamá, México, Brasil y Estados Unidos.
La industria de drogas sintéticas que encabezó el Chapo desde México también dio frutos en Asia. Diversas capturas en China, Hong Kong y Malasia demuestran que el Cartel de Sinaloa siempre ha diversificado su mercado.
Aliados de Guzmán Loera viajaron a Asia con la intención de negociar la compra de precursores para elaborar drogas sintéticas: la efedrina y el fenilacetato de etilio se consiguen en Asia a buen precio y sin tantas restricciones, mientras que en México su importación y uso están estrictamente controlados.
En Europa, el Chapo Guzmán también ha sido motivo de alarma. En 2013 la Unión Europea emitió un alerta por la penetración de los carteles mexicanos en el continente y el miedo a que la violencia se propague a sus países. A través de un comunicado, la Europol advirtió que Los Zetas y el Cartel de Sinaloa son los principales grupos que controlan a escala global la trata y el tráfico de cocaína hacia Europa y Estados Unidos.
'Europol recopiló informaciones que muestran que los grupos criminales mexicanos intentan establecerse como actores principales en el mercado de la droga europea', dijo la agencia. Según datos de inteligencia, recopilados por la oficina policial europea, los grupos del narcotráfico mexicano son ya 'coordinadores' a escala global del tráfico de cocaína hacia Europa y Norteamérica, y de la producción y distribución de drogas sintéticas en esos dos mercados y en el asiático.
Es la historia de un hombre y su emporio delictivo.
Hoy las autoridades mexicanas deberán repensar en la recaptura del Chapo desde dos frentes: o lo capturan sin vida o se extradita a Estados Unidos al instante. Ambas hipótesis hacen pensar una escalada de violencia similar a la que Pablo Escobar lanzó en Colombia cuando la palabra extradición llegó al Congreso de la República.
Lo que sigue
Los carteles mexicanos
La fuga de Joaquín Guzmán va a reconfigurar los carteles del narcotráfico en México, según ‘El Comercio’.
*Cartel Arellano Félix, también conocido como el Cartel de Tijuana. No tiene aliados. Su principal rival es el Cartel de Sinaloa.
*Cartel Beltrán Leyva. El de Sinaloa es su principal rival.
*Cartel Caballeros Templarios. Fundado hace 4 años. Es rival de la Familia Michoacana.
*Cartel de Juárez, fundado en 1970. Sus aliados son los carteles de Los Zetas y Beltrán Leyva, y su rival, el de Sinaloa.
*Cartel de Sinaloa, fundado en 1989. Pionero en el uso de túneles para llevar droga a EEUU.
*Cartel del Golfo. No tiene un líder visible. Aliado del Cartel de Sinaloa y de la Familia Michoacana, y rival de Los Zetas.
*Cartel de Jalisco Nueva Generación. Aliado del Cartel de Sinaloa, fue creado en 2011. Y sus rivales, Los Zetas y Los Caballeros Templarios.
*Cartel Familia Michoacana. No solo se ocupa del narcotráfico sino que también es una organización pseudorreligiosa.
*Cartel de Los Zetas. Brazo armado del Cartel del Golfo. Entre sus aliados están los carteles de Juárez y Beltrán Leyva, y sus rivales, Familia Michoacana, Jalisco y del Golfo.
*Periodista colombiana vinculada al periódico ‘El Universal’, de México. Jefa de información de www.lopolitico.com