Si usted quiere y anhela un perro o un gato pero no tiene tiempo para cuidarlo, alimentarlo y bañarlo, ¿cómo le suena tener por mascota una piedra?
Por muy absurdo que parezca, ese negocio existe, es exitoso y le representó a su creador recibir en los primeros 6 meses la suma de 15 millones de dólares.
Se llama Pet Rock y cuando comenzó vendía cada piedra a 3,95 dólares, un poco menos de 12 mil pesos. Hoy en día tener una 'mascota' de este tipo cuesta 19 dólares.
¿Y si le ofrecen un pasaporte intergaláctico o una parcela lunar? Tal vez le interese un terreno ubicado en Marte, Venus o Mercurio.
Esa es la idea de negocio de Dennis Hope, quién después de estudiar todos los artículos contemplados en el Derecho Internacional, se dio cuenta que podía reclamar la soberanía sobre los planetas.
Y luego de comunicárselo oficialmente a los Estados Unidos, a la Unión Soviética y también a las Naciones Unidas, comenzó su negocio, obteniendo ganancias por más de 11 millones de dólares.
Lo interesante de estos dos casos es la capacidad de imaginación y creatividad. Pero más importante aún: Es la ausencia de miedo.
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El miedo a hacer el ridículo ha acabado con muchos proyectos y ha obstaculizado el liderazgo y el crecimiento de líderes y emprendedores.
Buscando el significado de 'ridículo' en Google, aparece lo siguiente:
- Que provoca risa o burla por resultar muy extraño o extravagante.
- Que es escaso, pequeño o menor de lo que podría o debería ser.
El segundo significado, vaya ironía, pareciera que describe perfectamente a todos aquellos que siguen aferrados a la misma manera acartonada de hacer las cosas.
Para Verónica Duarte, socia de Amrop Top Management, la clave está en lograr vencer el miedo y en permitir que florezcan la innovación, la creatividad y la imaginación. 'Solo así, lograremos reinventarnos en un mundo laboral que nos lleva a competir y a ser competitivos', dice Duarte.
Eso fue lo que pensó Ken Ahroni, quien descubrió una gran oportunidad de generar dinero en la tradición que existe en varios países del mundo de partir un hueso de pavo para ver quién se queda con el pedazo más largo y así pedir un deseo. A partir de ese concepto, diseñó huesos de manera artificial, en plástico, obteniendo más de US $2,5 millones de dólares por año.
En cada uno de nosotros está la decisión. Se trata de ser arriesgados, valientes y geniales.
