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La dedicatoria estaba pendiente. Por eso se encomendó a Dios y de manera especial le pidió para poderle cumplir a su madre. Guillermo Celis no le falló a doña Marta Montiel ni a los junioristas, que aún deliran con ese tanto de cabeza con el cual le dio al Junior el paso a la semifinal de la Liga.

Celis no se ha cansado de ver el gol y cada vez que lo recuerda, se ríe y se siente orgulloso. El sincelejano, que ayer prendió las velitas junto a su familia 'para mantener la tradición', espera seguir iluminado y concretar el deseo de levantar su primer título liguero.

¿Cómo fue el día después de ese crucial gol?

Ha sido un día muy feliz. Pude descansar bien, me levanté temprano para ir al gimnasio a seguir trabajando y preparándonos para lo que se viene.

¿Cuántas veces ha visto el gol?

(Risas). Todas las veces que lo han pasado lo he visto. Es más por lo que significa que por otra cosa . Esa fue una bendición grandísima de parte de Dios. He visto el gol como unas diez veces.

¿Qué sanción le produce el verlo varias veces?

Es una felicidad enorme. Ver ese montón de gente abrazándose en el estadio es algo muy lindo. Ojalá que la gente nos acompañe más. Nos da un poco de tristeza no poder ver ese estadio lleno.

¿A quién se lo dedicó?

A Dios porque se lo pedí a Él. Se lo dedico a mi madre, a quien le estaba debiendo un gol. Hace rato estaba en deuda con mi mamá, ya le había dedicado goles a todos. A ella no había tenido la oportunidad. En la oración íntima con Dios le pedí que me lo regalara para mi madre.

¿Qué pasó por su mente cuando la pelota quedó ahí en el área?

En ese momento tuve ese impulso de cambiar de ritmo, se la di a Aguirre, Ovelar pelea el balón, me queda a mí y tuve la facultad de poder definir.

¿Cabeceó con los ojos abiertos o cerrados?

Me vi al portero encima y cabeceé simplemente. No puedo decir que dirigí la pelota porque te estaría mintiendo. Cabeceé, simplemente y gracias a Dios entró.

¿Este es el mejor gol que ha marcado?

Por el significado que tiene este ha sido el mejor. No ha sido el más bonito, pero ha sido el mejor por todo lo que significa.

Usted le adelantó las velitas a los junioristas...

(Risas). Ojalá pasen un lindo día, nosotros tenemos que ir a concentrar esta noche (ayer) y preparándonos para lo que se viene.

¿Usted prende velitas?

Claro que sí, antes de irme a concentración las voy a prender con mi familia y de pronto en el hotel con todos los compañeros.

¿De niño como vivía esta fecha?

Siempre tengo la costumbre de prenderlas y de pedir porque se hagan realidad los sueños. Estas las prenderé pidiéndole a Dios que nos dé ese título que tanto anhelamos.