Luis Díaz, sencillo, amable y complaciente con los niños

La sencillez de Luis Díaz se mantiene firme. Aunque siempre ha sido alérgico a los periodistas, desde sus épocas en Junior, y procura gambetearlos en medio de su timidez e incomodidad para afrontarlos, es amplio y amable con los aficionados que lo admiran y se le acercan para verlo, pedirle un autógrafo o tomarse una foto con él.

La estrella del Liverpool no se ha estrellado con la fama y sigue con los pies en la tierra. Este martes dio una muestra más de su humildad al complacer a un numeroso grupo de niños que lo esperaban y le hicieron ‘marca personal’ en las afueras del hotel Dann Carlton.

Armados con lapiceros y celulares, bajo la tutela de sus padres u otros familiares, los pequeños, con camisetas de la selección Colombia, Junior y el Liverpool, se acomodaron detrás de las vallas que conforman el anillo de seguridad que separa a los fanáticos de los jugadores con una distancia de 20 metros, aproximadamente.

A las 5 p.m., cuando los jugadores empezaron a salir del sitio de concentración hacia el bus que los conduciría a la sede de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) en Alameda del Río, los cerca de 20 niños que se encontraban presentes empezaron a poner a prueba sus gargantas.

'¡Lorenzo! ¡Profe! ¡Técnico!', gritaron los pequeños al ver al entrenador del combinado patrio, que pasó rápido y sonriente hacia el automotor.

'¡Wílmar Barrios! ¡Wílmar Barrios!', llamaron los menores. El cartagenero fue el primer jugador que apareció camino hacia el bus. Así fue con todos. Se desgañitaban intentando atraer la atención de los deportistas.

Antes de que empezaran a desfilar los integrantes del combinado patrio, los niños cantaron el himno nacional y lanzaron coros de aliento a la Selección. Entre ellos estaba Isaac Molina Torres, un pequeñín con el mismo look de Juan Guillermo Cuadrado y que es conocido por sus amigos como ‘Cuadradito’.

El jovencito, que llegó desde Alameda del Río para ver a sus ídolos, tenía una cartelera en la que decía en broma que era hijo del extremo del Inter de Milán y le pedía su camiseta.

La gran emoción de Isaac y todos los chiquillos presentes llegó con la salida de Rafael Santos Borré y Luis Díaz.

El delantero barranquillero, que acaba de firmar con el Werder Bremen de Alemania, fue el primero que atendió el llamado de la mini-barra y empezó a complacer sus solicitudes. Se acercó a las vallas y compartió con los niños.

El guajiro también se animó y se dirigió a la fanaticada. Firmó un retrato que le hizo el pintor Alberto Viñas, quien suele permanecer en los exteriores del sitio de concentración del combinado patrio mostrando sus creaciones inspiradas en los jugadores.

‘Luchito’ sabe perfectamente lo que es la ternura de la niñez, mucho más después del nacimiento de su hija Roma, quien ya espera hermanita. El ex-Junior complació a los infantes y luego se retiró sonriente.