El llanto fue el único que le ganó a los jugadores del Deportivo Pereira. Los hombres de Alejandro Restrepo lloraron como niños cuando el árbitro Wílmar Roldán pitó el final del partido que le ganaron 2-0 a Junior y los reportes anunciaban que Millonarios y Santa Fe no habían pasado del 1-1 en El Campín.