Todavía se le quiebra la voz cuando recuerda su brillante campaña en el Mundial de Brasil. Aún se emociona y saca pecho con su trabajo como técnico de Costa Rica. Jorge Luis Pinto no olvida y no deja de hablar de esa hazaña de mantener invictos y conducir a los ‘ticos’ hasta los cuartos de final de la cita ecuménica.
Mientras decide su destino entre la lluvia de ofertas que le ha caído tras cumplir el sueño mundialista, el santandereano comparte, con su eterna energía y estricto carácter, sus amplios conocimientos y experiencias. Ha estado en todas partes del mundo contando los puntos clave para lograr su gesta. El fin de semana andaba en Chile y ayer estuvo en Barranquilla, invitado por Moisés Díaz, presidente de la Liga de Fútbol del Atlántico, en el marco de la celebración de los 90 años de la rectora local.
En un concurrido salón del hotel Puerta del Sol, Pinto les habló a los entrenadores del Caribe sobre su proceso con el combinado costarricense y las nuevas metodologías de entrenamiento.
Luego de su enriquecedora charla, ilustrada y llena de recomendaciones, atendió a EL HERALDO.
¿Qué le parece Alexis Mendoza como técnico del Junior?
Tiene recorrido y vivencias, falta la ejecución. Es una oportunidad bonita en su tierra, con su equipo. Me parece oportuno que le hayan dado esa posibilidad. Esperemos la ejecución, eso es importante.
¿Qué le aconseja a Alexis Mendoza?
Que lo que tenga que definir lo defina él, que en el mundo del fútbol no hay compadres ni amigos, hay que rendir y trabajar.
¿Que no deje nada futbolístico en manos de directivos?
Así es, que él mismo defina.
¿Y qué piensa del regreso de Macnelly Torres?
Encantado. Me encanta que esté en el Junior. No ha jugado mucho en su ciudad. Ojalá que exprese su fútbol. Yo sé que se va a comprometer con él mismo y va a mostrar ese fútbol que tiene a Barranquilla.
En su primer ciclo en el Junior la gente se quejaba porque prefería a Marquinho, que ya estaba en el ocaso de su carrera, por encima de Macnelly Torres…
Fue un proceso. Pero después lo puse de titular en el Cúcuta. Fue madurando, como ‘El Pibe’ Valderrama. Todo el mundo me echa la culpa y dicen que yo saqué al ‘Pibe’ de Millonarios, ¡jamás y nunca lo saqué yo! Al contrario, mi última frase cuando salí de Millonarios, fue: el único favor que les pido es que no vendan al ‘Pibe’. Y lo vendieron al Cali.
Con Macnelly hay pases-gol garantizados…
El jugador que tenga buena movilidad y explote a Macnelly, se hace goleador fácilmente. Cualquiera se hace goleador con Macnelly, hasta yo (risas).
¿Cómo ve el Grupo que le correspondió a Colombia en la Copa América?
No creo que Colombia tenga problemas, es un grupo que se puede superar, debe saberlo manejar. Uno cree que hay rivales fáciles, pero no los hay.
¿El título de la Copa América debe ser primordial para Colombia?
Para tener uno confianza hay que competir, también para evaluar las cosas y saber en qué está uno. No hay que ir con la premisa de participar, eso para Colombia se acabó. Hay que competir, el segundo torneo más importante para Colombia después del Mundial es la Copa América.
¿Hay que soñar con ser campeones de la Copa América?
Hay que soñar con eso, estamos en condiciones, indudablemente. No hay que ir superconfiados, pero sí realistas. Hay equipos duros, Chile es un equipo difícil allá, Argentina siempre lo ha sido. Uruguay se transforma. Y Brasil tiene que replantear algunas cosas para recuperar su fuerza.
¿Cuál es el mejor jugador del momento en Colombia?
Hace un año y medio era Falcao, hoy tendríamos que decir que James por la productividad que está teniendo.

¿El mejor jugador de la historia en el país?
Tendría que elegir entre ‘El Pibe’ Valderrama y Freddy Rincón.
¿Cuál es el técnico colombiano que ve con más futuro?
No los tengo identificados a todos. Me gusta mucho el trabajo que hace Alberto Gamero. Hernán Torres también tiene cosas importantes.
¿Usted es el Mourinho colombiano?
(Risas) Eso dicen, en todo de pronto sí. He leído mucho a Mourinho, muchísimo. Me sé todo lo que él ha escrito, lo conozco y considero que es el hombre de más concepto en el fútbol de hoy, como lo fue Rinus Michels en su libro.
¿La pelea que tuvo con Julio Comesaña quedó en el pasado?
Sí, claro, eso fue una pelea de instantes. Sin embargo, yo nunca pelee con él. Recuerdo el momento en que se me vino y yo dije: este está loco (risas). Yo me defendí, pero jamás pensé en reaccionar.
En el Mundial tuvo una discusión con el técnico de Italia, Cesare Prandelli…
(Risas) No. Hubo una discusión con los jugadores entrando al vestuario, cuando yo entro y encuentro esa discusión, me uno a defender a Wanchope y les dije a los italianos: ¿qué pasa? Aquí esto no es la ‘cosa nostra’. No más. Sinceramente, todavía no sé por qué peleaban. En realidad era una discusión.
¿Se volvió un técnico inalcanzable económicamente para el fútbol colombiano?
No, de ninguna manera. Si me tengo que ir a trabajar al Unión Magdalena, lo hago con gusto. Sé que allá puedo trabajar bien y hay talento, si tengo que ir a Barranquilla, que me encanta esta plaza, vengo, igual con Cúcuta y Bogotá, no tengo problema.
¿En algún momento del día deja de pensar en fútbol?
De pronto cuando estoy con mi mujer (carcajadas).