De la sorpresa que causó la convocatoria a última hora de Carlos Carbonero no se salvó ni el propio jugador, que reconoció que no la esperaba. No era para menos. Nunca estuvo en una convocatoria para la eliminatoria y tampoco estuvo en la lista preliminar de 30 jugadores.
En la rueda de prensa de ayer, un periodista argentino le dijo que debía ser el único jugador del mundo de estar feliz de que le hubieran cortado las vacaciones para jugar un Mundial, lo cual es totalmente cierto.
Carbonero se integró ayer a la concentración de la Selección Colombia en Cotía. El volante de River Plate voló el domingo por la noche hasta Sao Paulo.
'Obviamente es una sorpresa, pero estoy agradecido por la oportunidad que me da José (Pékerman) y esa confianza que me demostró tengo que justificarla en la cancha'.
Independiente de que juegue o no en el Mundial, el solo hecho de aparecer en la lista de 23, máxime cuando ni siquiera había aparecido en la de 30, es algo significativo para Carbonero, que con este llamado corona una temporada maravillosa que terminó con el título del campeonato argentino con River Plate. 'Esto ha sido formidable, todo es un sueño, no hemos hablado de lo táctico, del funcionamiento, ya habrá tiempo para eso, son cortas las distancias porque se avecina el primer partido. Pero ya estoy acá y ahora toca ponerse en forma y a la par del grupo'.
Carbonero, quien se reencontró en la Selección con sus compañeros de River, Teófilo Gutiérrez y Éder Álvarez Balanta, ya estaba haciendo planes para apoyar al equipo dirigido por Pékerman desde su casa, pero la lesión de Aldo Leao Ramírez le dio la posibilidad de ser uno de los protagonitas del torneo. 'Hace tres días pensaba en hacerle fuerza a la Selección desde casa, pero hoy estamos acá. Estoy disfrutando un sueño y compartiendo con jugadores grandes, que han dejado el nombre de Colombia en alto y que han ganado cosas en Europa. De mi parte vengo a sumar'.
Afirmó que nadie espera lesionarse antes de un Mundial y lamentó lo de Aldo Leao, pero también entiende que un Mundial no se juega todos los días y por eso vino a Brasil a disfrutar este momento, del cual le agradece mucho a River y a su técnico saliente Ramón Díaz.
'La repercusión que tuvo Ramón en cuanto a mi juego, y a mi manera de pensar, fue importante. Llegar a River, un equipo grande en Argentina, no es fácil, me tocó pasar momentos difíciles, pero gracias a Dios tuve el valor para reponerme con la ayuda de los compañeros. Llegué a un nivel donde podía aportarle cosas al equipo y se logró un objetivo que River, después de estar en el descenso lograra un campeonato. Eso es lo máximo para cualquier jugador'.