Fechas como el día de los enamorados suelen ser muy emocionantes para unos mientras que para otros constituyen un martirio dado que no encuentran pareja, a pesar de tantas búsquedas, anhelos e ilusiones. Las diversas plataformas de las redes sociales dispuestas para la búsqueda de la llamada media naranja, son cada día mas utilizadas. La práctica clínica pone de manifiesto, muertes, heridas con cicatrices profundas y mucho dolor, en una menor proporción de casos que han visto cristalizar positivamente su objetivo y sueños, en medio de la realidad propia de cada relación.
Renegar de un sentimiento bonito, tras una o mas experiencias fallidas, decepcionantes o dolorosas es usual que aparezca en algunas personas en primera instancia o en cualquier fase posterior al dolor. También es natural, que el que ama espere recibir amor, partiendo de la base que es un sentimiento tan especial positivo, que no daría cabida a que desde su misma esencia sea rechazado o no valorado.
LO QUE NO SE MERECE NO SE VALORA
Es quizás en esta frase donde estriba algunas respuestas al amor cuando no existe reciprocidad. Amar implica una condición especial, un acto donde se combina la naturaleza neuro bioquímica del ser con la enigmática y compleja labor de la irracionalidad o racionalidad y aún de los valores y principios. Estos últimos sin lugar a dudas resultan ser hoy evadidos de manera rápida y fugaz no queriendo detenerse a pensar dado lo ilógico y descuadrado en lo que el sentimiento aparece, distintos escenarios en que viven los actores, así como diversos momentos emocionales que cada uno por su parte atraviesa.
Lo que no se merece no se valora, lleva implícito algunos prerrequisitos por parte del que recibe el amor, es como si debería hacer mérito, haber hecho actos que hagan méritos del premio de recibir el amor. En algunos casos se podría ver mas claramente esta dinámica, en otros no, debido a otros factores relacionados a las condiciones para recibirlo. Si el amor es verdadero, es bonito, ¿es un sentimiento bueno porque no lo recibe? ¿Porque no me ama? Son interrogantes comunes que azotan o resuenan en las cabezas de los enamorados en esa situación, no sabiendo que no depende de él o de ella, va más allá, depende de su historia, de sus emociones desconocidas, confusas o sin respuestas, de sus expectativas y prospectos de ideales, en fin, de una gama de vivencias, sueños y deseos consientes e inconscientes. La frase de Sigmund Freud que dice Si entendiéramos completamente las razones del comportamiento de otras personas todo tendría sentido¨.
DICHO DE OTRO MODO…EL QUE AMA SIEMPRE GANA
Si estás solo y sientes amor por otro u otra y no eres correspondido no importa, si amas y no te aman tampoco importa, si amaste y no te valoraron o si amas y no te corresponden tampoco importa, el que ama siempre gana. Pareciera que debería ser fácil la comprensión del sentimiento, la aceptación y reconocimiento del mismo, y más aún la expresión y declaración que pone a temblar o a titubear al momento de dar a conocer lo que calladamente se vive.
La valoración del amor al interior de la pareja que conviva o no, escapa al sentimiento mismo que el otro pueda experimentar, de ahí que si usted está teniendo un sintiendo amor por alguien y esta persona lo desconoce siéntase pleno de vivirlo, gozarse en la alegría de experimentarlo y expandirlo, a través de sus actos, en los roles que desempeña, en la manera de vivir su vida. Gana por que amar hace bien, a su salud espiritual, física y mental. Se asocia con mejor calidad de vida, un enaltecimiento de su ser que lo eleva a estándares ilimitados de bienestar.
Si su caso es que está viviendo la alegría de la reciprocidad en el amor, la frase de Sigmund Freud cuando expresó cuan audaz se pone uno cuando tiene la certeza que es amado, toca el bien que hace el sentirse amado, el impulso que te da, la energía que te transmite, el gozo de experimentarlo y edificar a través de él. Si ambos (la pareja) se concentraran en la tarea de dar cumplimiento al sí del amor, haciendo cada uno lo humanamente posible para amar al otro, el objetivo común compartido, muy probablemente fuera menor el número de desertores del amor.
*Magister en Psicología