Sufrimos con Junior, porque no se entiende que la segunda nómina más costosa del torneo empate y hasta pierda, y sobre todo sufra con equipos de menos renombre individual de sus integrantes. Pero ya sabemos que las estrellas locales se las traen, son seres inentendibles, inmanejables, fíjense lo de Rangel, tremendo goleador en todo equipo que juegue, menos en Junior, donde se pierde, no conecta, pareciera no darle la gana. Sin embargo, y aunque sufriendo, Junior ganó lo estricto, y clasificó a la siguiente ronda en la que, si se ponen pilas, tienen todo para ganar el campeonato. No será fácil, pues su primer rival es el Tolima, también con una nómina de lujo, y que se superen los próximos rivales que el acomodado sorteo le dificultó, y le facilitó a Santa Fe. Esperemos que Teo siga enchufado, que Borja continúe anotando goles, y que Hinestrosa no pierda su dinámica, y podamos triunfar en ambos torneos, Liga y Suramericana. En caso contrario, de hacer un pobre papel, hay que peluquear todo el equipo, y apelar a las ligas menores, que perder con ellos es mejor, más barato, y se irían formando para venderlos bien.
Igual en la Selección. Allí hay que botar a todos, de Queiroz, para abajo, pero no con una simple carta, sino a patadas. Lo dicho: Nuestras figuras se creen estrellas, pero son mediocres, así estén en equipos europeos. Lo de Ecuador es de vergüenza, retrocedimos muchos años, diez goles en dos partidos es algo que sólo se endereza convocando a los que aquí juegan, a los que aquí se lucen, y a los jóvenes promisorios que en cuatro años habrán madurado. Y con un nuevo técnico, claro, no un colombiano, porque surgen las roscas y las tramoyas. Pero que conozca el idioma, a los jugadores, a su cultura. Ecuador jugó con cinco de la liga local convocados a última hora, que corrieron, se mataron por su camiseta. Y nos trapearon a punta de estrategia y pundonor. Los insoportables narradores cachacos dicen muchas bobadas, no quieren atacar a nadie. Si no se aplica un pronto remedio quedaremos por fuera del mundial, y ni modo. Pero hay que botarlos a todos.
Coletilla turística: Todo está listo para licitar los diseños de la ampliación de la carrera 51B, y su prolongación en dos calzadas hasta el propio casco urbano de Puerto Colombia. Tranquiliza que estamos en buenas manos, y que se preservará el criterio de no mezquinearle a las obras, para que sean concebidas y ejecutadas en grande, como se merece el Plan gubernamental para la rehabilitación, recuperación y rescate turístico de todo el litoral del departamento.
Coletilla periodística: Afortunadamente desde su fundación EL HERALDO ha mantenido una invariable línea de objetividad, lo que le ha brindado en el Caribe y en Colombia toda la credibilidad y consiguiente fidelidad de lectores y suscriptores. Es que cuando el periodismo pasa de informar a con desaforado sesgo intervenir en la política, pierde todo, como sucedió con una conocida revista semanal. Buena cosa que, al parecer, asimilaron la lección y enderezarán el rumbo.
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