Uno: Los medios de comunicación en Estados Unidos, al igual que la mayoría de los de aquí liberales irremediables, son abierta y descaradamente anti-Trump, y quieren presentar a Kamala Harris como la panacea, la salvadora, mujer, de ascendencia asiática, y todas las virtudes imaginables, no les importan las consecuencias y, claro, se pasan de piña: creen que dominan opinión, y la eligen anticipadamente. Eso recuerda a los medios bogotanos en la final del fútbol del año pasado, que antes que se jugara quisieron imponer a Santa Fe, todo el tiempo repitiendo “Santa Fe será campeón” y, claro, generaron tal rechazo que la gente se alegró cuando perdió. Están igual con Harris. No les importa que ella será “madurista”, que también será “petrista”, el partido ante todo. Muy mal quedarán cuando Trump gane.
Dos: Aunque haya resultado mala para ciertos medios radiales que no pueden disimular su anticosteñismo, y hasta para la antropofagia local, una buena noticia causó complacencia nacional: el fallo de la justicia gringa, que en Miami desestimó todos los cargos contra Ramón Jesurun, absurda imputación impetrada por el confuso episodio en un partido de fútbol donde un desubicado guarda, seguro agobiado por los desmanes que armó una primera línea de desadaptados colombianos, ignoró las credenciales del presidente de la Federación Colombiana de Fútbol y, de mala manera, le impidió entrar a la premiación. Menos mal allá la justicia actúa rápido, y Jesurun podrá asistir a los próximos eventos de nuestras selecciones sin estar en un jarto sub-júdice. Dicho sea de paso, nada se volvió a informar sobre los vándalos que individualizaron y capturaron. Debe ser porque no son costeños.
Tres: Los equipos Alianza F.C. y Águilas Doradas trasladaron sus sedes a Valledupar y a Sincelejo respectivamente. Buena cosa. Ojalá Unión Magdalena y Real Cartagena en este segundo semestre retomen el lugar que nunca debieron perder, para que el año entrante jueguen en el rentado junto con “Alianza Vallenata” y “Águilas Sabaneras”, y se puedan sumar a Jaguares de Montería y a Junior tu papá, ¡seis equipos de El Caribe! alegrando el torneo. Aún hay tiempo para que instituciones tanto públicas como privadas de Santa Marta y Cartagena se vinculen y aporten para acabar con el triste rollo que siempre andan de coleros. Una inversión oficial está justificada en lo social, el fútbol es afición popular, la gente lo disfruta masivamente, y es factor de cohesión, además de la publicidad que les representa, bacano ver en el uniforme “Alcaldía de…”
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