No acababa de irse el presidente Duque y ya el muelle estaba lleno de turistas y sobre todo de lugareños vendedores de raspao alegrías y otras especies, y de pescadores felices lanzando exitosamente sus anzuelos. Hay que buscar la manera de limitar tales actividades para que sean los nativos quienes prioritariamente lo aprovechen, no sea que se retaque de avivatos y vendedores ambulantes, tal como ocurrió en el Centro Histórico de Barranquilla. Lo mejor del evento es la reiteración de la gobernadora en que se trató de los “Primeros 200 metros”, es decir que su propósito es continuar las obras hasta su total recuperación, o sea hasta el propio antiguo atracadero, que ojalá comiencen por éste antes de que el furioso embate de las olas también lo derrumbe. Ello exige apoyo presidencial puesto que desde el 15 de agosto de 1893 cuando el presidente cartagenero Rafael Núñez lo inauguró y bautizó al pueblo como Puerto Colombia, ningún presidente lo había caminado. El mensaje es que nos urge tener presidente del Caribe, puesto que Elsa es irrepetible y seguro Álex se pondrá en dicha tarea.

El caso es que se lucieron. Tanto el buen alcalde Wilman Vargas, como Angélica Mayolo ministra de Cultura y, claro, la gobernadora Elsa Noguera, alma y motor de la renovación de Puerto. En emotivo evento mostraron muelle, Plaza, y los avances urbanísticos de tan importante polo turístico. Ello, con las obras que se adelantan en todos los municipios, y los del Distrito de Riego con cultivos de limón y palma que impulsarán el desarrollo social y económico, muestran que el Departamento anda a toda marcha.

Pumarejo, por su parte, demuestra no tener techo en cuanto a propósitos de ciudad. Ya logró la Reunión Mundial de Juristas, vienen los Panamericanos, y ahora se concentra en obtener licencia para la Fórmula 1, en lo que se denominará “The Caribbean Grand Prix“, el mayor espectáculo automovilístico del planeta, un evento de otro nivel que se disputan muchas ciudades, que se transmite en 200 países, y que sería el primero sin emisiones de carbono. Con el Proyecto Arena, la sede de la Selección, y los eventos realizados, somos la capital deportiva de Colombia, y con la Fórmula 1 lo seríamos del mundo.

Son inimaginables los beneficios inherentes a tal evento: muchos turistas millonarios procedentes del mundo entero, los pilotos y sus numerosos equipos, hotelería colmada, promoción mundial, comercio y riqueza. Nuestra privilegiada ubicación, al nivel del mar, con las cercanas ciudades turísticas Santa Marta y Cartagena se brinda acceso por aire, tierra, y por el Río Magdalena, cosa que ninguna de las urbes aspirantes puede ofrecer. Ya “Liberty Media”, dueño del evento, lo está considerando, tanto, que los cachacos con la sola postulación están revirando muertos de envidia, afirmando que no seremos capaces.

Pero no conocen a Pumarejo y menoscaban a su brillante equipo. Están haciendo todo lo que está a su alcance para lograrlo, significa que se está pensando en grande, y que Barranquilla avanza a toda marcha.

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