En columnas anteriores describimos siete plagas de la economía colombiana. En esta veremos algunos de los puntos que hay en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en la ley de financiamiento relacionados con las primeras tres de ellas: disparidades regionales, informalidad laboral y tributación empresarial. Fundesarrollo contribuyó a esta pesquisa.
Disparidades regionales. El jueves pasado, la plana mayor del Gobierno Nacional presentó el PND en la Gobernación del Atlántico. El gobernador Verano reclamó que el plan asigne menores inversiones per cápita a departamentos con mayores Necesidades Básicas Insatisfechas, entre ellos los de la Región Caribe. La directora del DNP quiso controvertirlo mostrando una gráfica que cruza el presupuesto de inversión per cápita contra la tasa de pobreza monetaria. Sin embargo, al analizarla se evidencia que departamentos de alta pobreza, como La Guajira, Cauca, Magdalena, Córdoba, Sucre, Nariño, Norte de S. y Bolívar tienen inversiones menores a las que deberían corresponderles. Atlántico y Cesar caen apenas justo en una línea media de equidad. Chocó es la excepción de mostrar. En cambio, los departamentos más ricos (Cundinamarca, Bogotá, Santander, Antioquia y los del eje cafetero) quedan en situación ventajosa. Esa no es la manera de cerrar las brechas.
Informalidad laboral. En el PND se abren varias vías para la formalidad: el establecimiento de un piso mínimo de protección social para trabajadores con ingresos menores al salario mínimo, que involucra afiliación a salud subsidiada y a Beneficios Económicos Periódicos para quienes no cumplen condiciones de jubilación. El reconocimiento de nuevas modalidades de trabajo, teniendo en cuenta los esquemas flexibles de vinculación, afiliación y cotización a la seguridad social; es de suponer que esto incluya esquemas como el salario mínimo por horas y con seguridad social. Y la implementación de la Unidad de Valor Tributario como regla de aumento de cobros, costos estatales y penalizaciones, en lugar del salario mínimo, para mitigar los efectos inflacionarios que erosionan los incrementos de este. Coincidencialmente estos dos últimos puntos se explican en “Mínimo vs informalidad”, EL HERALDO, Dic. 31, 2018.
Costos tributarios para las empresas. El PND plantea simplificar el registro mercantil y reducir su costo. Por su parte, la ley de financiamiento crea varios alivios: un nuevo régimen voluntario de tributación simple que agrupa el tributo a la renta, impuesto nacional al consumo, el IVA y el impuesto de industria y comercio, para los pequeños y medianos negocios. Reducciones graduales del impuesto a la renta a las empresas del 33% al 30%, descuento al impuesto de industria y comercio y descuento del IVA en la adquisición de bienes de capital. Dispone también la creación de una Comisión para un muy necesario estudio del sistema tributario territorial, en busca de eficiencia, homogeneidad y control a la evasión.
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