La octava estrella de Junior vuelve a estar cerca. ¡Qué difícil ha resultado bordarla en el escudo! Después de lograr la séptima en el 2011, en Manizales ante Once Caldas, ha jugueteado en los dientes del ‘Tiburón’ en tres ocasiones, pero siempre terminó siendo esquiva. Se escapó dos veces ante Nacional en definición por tiros desde el punto penal (2014 I y 2015 II) y una vez ante Medellín (2016 I) en los 90 minutos de juego.
Los rojiblancos encararán su cuarta oportunidad de alcanzarla, nuevamente frente al Dim y otra vez cerrando en el estadio Atanasio Girardot. Una buena oportunidad para tener revancha con ‘el Poderoso’ y con una plaza en la que Junior, a pesar de las tres últimas frustraciones en finales, ha dado la vuelta olímpica (2004 ante Nacional).
Además, los ‘Tiburones’ superaron ampliamente al Dim en la final de la Copa Águila del año pasado, con el ‘Chateo’ (Chará y Teo) en su apogeo. Esa serie final copera bajó su telón en Barranquilla.
Más allá de los episodios del pasado, que poco y nada influyen en los capítulos del presente, es admirable y plausible la campaña de Junior.
‘El Tiburón’, con un equipo serio, estructurado y que juega bien, ha logrado un gran protagonismo, a pesar de las bajas por lesión, de la juventud de varios de sus jugadores, de los malos arbitrajes que acompañaron al equipo al principio de la temporada (en el de ayer invalidaron un gol de Teófilo en el que no hubo fuera de lugar) y de la participación en tres torneos al mismo tiempo (en un momento se intervenía en la Copa Águila), entre otros escollos.
No es fácil lo que el cuadro rojiblanco está logrando ahora. Se encuentra en un momento histórico e inédito en sus 94 años de existencia. Ya tiene en sus manos la posibilidad de disputar el título colombiano y el jueves, en el ‘Metro’, estará a solo 90 minutos de su primera final internacional.
Se enfrentará a Santa Fe, en casa, con su público (que ojalá llene las tribunas) y con ventaja en el marcador de 2-0 (por la victoria alcanzada en Bogotá). Todo está dado para aprovechar y vivir dos finales al mismo tiempo, algo que ningún equipo criollo ha logrado. ¡Wao! Sin duda es un momento histórico.
Psdt: ánimo, Chunga. Tienes grandes condiciones, un error lo comete cualquiera.
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