Estar en incertidumbre es como estar colgando sin saber dónde o cuando se va a caer.

Incertidumbre es lo que estamos viviendo los colombianos día a día. Las políticas del gobierno no son claras; no se reciben muestras de autoridad, ni de Planeación; la inseguridad y la violencia resurgen, las masacres vuelven a ser titular de las noticias y los atentados terroristas contra la fuerza pública cobran las vidas de nuestros héroes de la patria.

Es difícil subsistir en un ambiente político tan hostil. Los escándalos de corrupción estallan; la justicia, una institución desacreditada sin resultados; la inmunidad, la mejor aliada para que los criminales actúen en contra de la sociedad con patente.

No hay un plan o estrategia que ofrezca esperanza o confianza. El tiempo que resta para terminar el periodo de gobierno será una eternidad. El retroceso que el gobierno pretende imponer con sus políticas, solo genera incertidumbre y angustia. Algunos tienen más suerte y sus recursos les permiten salir del país, mientras la mayoría tenemos que soportar angustiosamente y día a día, la disminución de la calidad de vida.

La desestabilización económica a la que ha llegado el país, los problemas del sistema de salud y el impacto de la reforma pensional son hechos políticos sobre los que solo el tiempo dará la razón como juez supremo. Mientras el ministerio del tiempo hace su paso, solo nos queda soportar los efectos y las consecuencias de las malas decisiones, mientras tanto todos los colombianos debemos tener la suficiente paciencia y valentía para sobrevivir en medio de la incertidumbre.

Lamentablemente y para desgracia de los colombianos el gobierno del cambio ha empeorado la calidad de vida y ha permitido que la inseguridad aumente, repitiendo la historia violenta de anteriores décadas. Estamos lejos de constituir a Colombia como una potencia mundial de la vida. La ingobernabilidad, la falta de autoridad, de planeación y un gobierno que a pesar de los ideales y de tener las mejores intenciones no ha podido concretar el tan anhelado cambio que prometió; siendo el pueblo el mayor perjudicado, y los mas necesitados, los llamados a soportar la crisis que genera la violencia el desempleo la falta de oportunidades el decrecimiento de la economía y la incertidumbre.