Los escándalos en Colombia trascienden de tal manera que por vergonzosos que sean los hechos todo es normal.
Vehículos destinados a la protección de dignatarios o personas en riesgo, y que están a cargo de la unidad nacional de protección, siendo utilizados para transportar cocaína. Funcionarios de la fiscalía puestos al servicio de las bandas de contrabandistas y narcotraficantes en el puerto más importante del país. La corte suprema de justicia demora la decisión de nombrar al fiscal general de la nación. La unidad nacional para la atención de riesgos y desastres, compra vehículos tipo carrotanque, para suministrar agua, con un evidente sobrecosto.
Aparentemente la recientemente nombrada directora del DAPRE utilizó los cuerpos de inteligencia del estado para hacerle polígrafo a su empleada del servicio doméstico por el presunto robo de unas maletas que contenían unos dineros de los que se desconoce su origen y destino y, a pesar del escándalo, pasa de un cargo del alto gobierno a otro, sin que el asunto se resuelva de fondo. Armando Benedetti es exembajador en Venezuela, quien también resultó involucrado en el caso de las maletas y tiene información sobre los dineros que recibió la campaña del actual presidente ahora es embajador ante la FAO.
Escándalo en la cancillería por la licitación de los pasaportes; renuncia el director del DNP departamento nacional de planeación; destituido el secretario general de la cancillería, y el presidente trina tildándolo de traidor a la patria.
Los amigos del gobierno o los acreedores de favores, son la noticia del día, a día. Los embajadores son sus más allegados escuderos, Prada, Barrera, Benedetti, demostrando que lo afirmado responde a la realidad.
En Bogotá ya no se puede compartir en un sencillo restaurante sin ser blanco de la delincuencia, y no dejemos atrás la vergüenza nacional generada por la pérdida de la sede de los juegos panamericanos motivada por la irresponsabilidad que le dio el gobierno al manejo y al cumplimiento de los compromisos económicos a su cargo para con el organizador.
Un país se gobierna con inteligencia, con planeación, con ejecución, con el propósito de obtener los fines esenciales del estado en beneficio para todos los colombianos. Un gran error está cometiendo el señor presidente trinando de manera apresurada, tomando decisiones que solo demuestran su debilidad y que a su vez generan inseguridad e incertidumbre. En fin, todos los colombianos salimos afectados por la forma como el gobierno y el presidente están asumiendo una inusual forma de gobernar. En surcos de dolores el actual gobierno está haciendo estragos en la sociedad.