Cuando se nombra Papiros en Barranquilla nadie relaciona esta palabra con el material utilizado como una especie de papel mucho antes de Cristo, sino con el muy rechazado peaje en la autopista a Puerto Colombia puesto en funcionamiento desde que se otorgó la primera concesión de la carretera Barranquilla – Cartagena, hace unos 30 años. ¿Pero qué genera ese masivo rechazo? Hay varias respuestas para esa pregunta. Una es que ya existe un peaje, el de “Puerto Colombia”, ubicado en este extremo de la carretera a Cartagena, entonces, ¿Por qué otro más, intermedio entre Puerto y Barranquilla? Y obviamente, la otra es por la afectación directa a los habitantes de ese municipio porque esta autopista es la vía más rápida para trasladarse a Barranquilla. Vale la pena analizar la diferencia en el tratamiento a los usuarios de la concesión “Ruta Costera”, tanto el que corresponde a Cartagena como el que corresponde a nuestra ciudad.
Comencemos por la heroica con su peaje “Marahuaco” que está situado a 13,8 Km. del sector conocido como “Los Morros”, donde termina esa ciudad. Allá sin cancelar peaje pueden desplazarse los residentes de enormes complejos, como “Barcelona de Indias”, “Karibana”, “Serena del Mar”, colegios, clínicas y universidades que se han trasladado a las afueras de esa ciudad, como también los pobladores de “Manzanillo del Mar”. Y en ese trayecto sin peaje fueron construidas dos obras de muy elevado costo, como lo son el más inoficioso túnel construido en el mundo, que pasa por debajo de nada, y el largo viaducto sobre la ciénaga de “La Virgen”, cuando pudo construirse un carril paralelo a la calzada original. Así que los cartageneros no tienen por qué quejarse.
Acá en cambio, ya existía una avenida de doble calzada hasta Puerto Colombia, la cual solo fue ampliada y mejorada, así que la inversión fue comparativamente muy inferior, y se ubicó el llamado peaje de Puerto Colombia a 15,6 Km. de la Circunvalación. Por ser Barranquilla una ciudad más grande y por los desplazamientos a “Puerto Velero”, “Caño Dulce”, “El Santuario”, “Playa Mendoza”, “Santa Verónica”, etc., el recaudo del peaje de “Puerto Colombia” es, y mucho, mayor que el de “Marahuaco”, y encima nos clavaron el de “Papiros”. ¡No es justo! Un logro, de esos pocos de nuestra clase política, fue exigir la construcción de la “Circunvalación de la Prosperidad” para que hubiere un equilibrio con lo invertido en Cartagena con su túnel y viaducto, y realmente esta circunvalar es más útil que aquellas dos suntuosas obras, pero nuevamente otra sorpresa, ¡Que esta de acá sí es con peaje! Y muy costoso inicialmente, tanto, que estuvo subutilizada hasta que disminuyeron su valor a la mitad. Esa es la historia de “Papiros”, y es por eso que exigimos que este sea desmontado definitivamente.