Analizo una especie de corto-circuito entre lo que debería ser nuestro río Magdalena para Barranquilla y lo que muchos opinan que es. Veamos cómo me hago entender. El Magdalena tiene una extensión de 1.528 kilómetros desde el páramo de Las Papas hasta Bocas de Ceniza. Pero para la competitividad de Barranquilla requiere que sea navegable desde Bocas de Ceniza hasta el centro del país, a lo largo de 908 kilómetros, y llegar así a los puertos de La Dorada y Pto. Salgar, como lo contemplaba la anterior APP. En cambio, tal parece que para muchos que deberían pelear para que el gobierno habilite esa navegación a lo largo de esos 908 kilómetros, nuestro río Magdalena solo tiene una longitud de 22 kilómetros, que es la distancia entre Bocas de Ceniza y el último puerto marítimo sobre la margen occidental de nuestra ciudad.
Para algunos en Barranquilla lo único importante es el canal de acceso para los barcos marítimos, y punto. Así lo dejan saber de manera muy clara mediante un comunicado con membrete del Congreso de la República, fechado en noviembre 10 del 2020, firmado por la totalidad de la Bancada Caribe, dirigido al Presidente Iván Duque, en el que se refieren a la nueva APP del Río, y le manifiestan “todas las inquietudes que les genera esa APP”. Lo inconcebible es que todas sus inquietudes, que para ellos son una sola, se refieren a la problemática referente al canal navegable hacia nuestros puertos locales, o sea sobre esos 22 kilómetros. Según nuestros congresistas, si la nueva APP lograra mantener la profundidad de ese importante canal con la que se permita un calado de 10.20 metros, se sentirán satisfechos, y a eso esos congresistas llaman en su comunicado: “recuperar una óptima navegabilidad en el río”. ¡Qué visión tan limitada! ¿Cómo que si quedan en óptimas condiciones esos 22 kilómetros, queda garantizada “la navegabilidad” de nuestro río Magdalena? Con ese comunicado, que debió caerles como anillo al dedo a la Ministra de Transporte y a Cormagdalena, quedaría confirmado que la nueva APP del Río hasta solo Barrancabermeja es más que suficiente. ¡Qué flaco favor le han hecho a Barranquilla con ese comunicado, de cinco páginas, dos de texto y tres para las firmas de toda la Bancada Caribe!
Afortunadamente se ha generado una sinergia desde estas columnas con personajes muy conocedores del río, interesados también en que esa navegación de carga y ojalá de pasajeros en cruceros hasta La Dorada, sea una realidad a corto plazo, con investigadores, transportadores fluviales, promotores de puertos del interior, etc., y se ha organizado un selecto grupo que adoptó el nombre de una de mis columnas, “La Liga del Río”. Simultáneamente el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velázquez, asumió el liderazgo e invitó a media docena de gobernadores de departamentos en los que hay puertos fluviales, y organizaron un bloque con una decena de alcaldes de esas poblaciones puertos. En la Presidencia de la República presentaron su posición, y organizaron el jueves pasado “Súbete a Bordo”, una caravana náutica desde La Dorada hasta Barrancabermeja, arribando a los puertos intermedios, y en este último, presentaron una petición formal para que el gobierno se comprometa a financiar y habilitar muy rápidamente la navegación en ese tramo. El viernes, en la Asamblea de Cormagdalena, hubo compromisos serios y a muy corto plazo, sin APP. Así que vamos por el camino correcto en beneficio de Colombia y de Barranquilla.
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