Es increíble ver cómo a medida que se acercan las elecciones presidenciales y las campañas van prendiendo motores los discursos del miedo y el odio comienzan también a prenderse, la pregunta es por qué estos discursos tienen tanta acogida en Colombia, aquí cuatro reflexiones.

Primero. Más de 50 años en este conflicto han dejado un legado de miedo odio y venganza generacional, son generaciones que en carne propia vivieron masacres, violaciones, desplazamientos forzados y todo el dolor de la guerra de parte de las guerrillas, los paramilitares y agentes del Estado, muchos desde un trabajo interior han podido perdonar e intentar superar los sucedido, pero muchos otros han sido re victimizados por los vendedores de odio que los usan como marketing electoral, y que usan estas historias como discurso electoral.

Segundo. Los vendedores de odio segmentan ideológicamente a las víctimas, terminamos con víctimas de derecha e izquierda, y en lugar de respetar las víctimas y su dolor como seres humanos que han sufrido las atrocidades de la guerra las terminaron usando para tener un respaldo en su discurso del odio, exacerbar las emociones de sus militantes y así asegurar votos, pero después de usar las víctimas nunca realmente las han apoyado y acompañado, las ven como botines electorales.

Tercero. Vender mentiras y verdades a medias es su mayor virtud, en el caso del uribismo decir que Colombia se iba a volver la nueva Venezuela, que las Farc iban a poner presidente y tomarse las instituciones y todas las mentiras en la época del plebiscito ( que el tiempo nos mostró que eran mentiras) , generan tanto miedo que eso se convierte en votos seguros, vender mentiras y odio es su fórmula electoral.

Cuarto. El electorado se mueve por emociones más que por razones, hemos visto las últimas campañas cargadas de insultos ofensas pero poco de argumentos técnicos de análisis fiscal para saber si todas esas promesas son posibles, poco de geopolítica, de teoría política, son campañas de insultos y miedos. Con este contexto ya se están prendiendo las campañas presidenciales para 2022, y por lo que ya se ve van ser exactamente iguales a las anteriores llenas de odio insultos y mentiras, por los lados del uribismo ya comenzaron diciendo que los falsos positivos eran un invento, en una teoría negacionista del conflicto, lo mismo que han intentado impulsar con Dario Acevedo desde el Centro de Memoria Histórica, de ese talante se prevé que será el debate electoral, mucho miedo mentiras odio y pocos argumentos.