La llegada de la Policía Militar a custodiar las calles de Bogotá en las localidades más complejas en materia de inseguridad es una medida disuasiva que impacta la percepción de seguridad de los habitantes y es muy taquillera en términos de un impacto mediático, pero decir que la llegada de soldados a patrullar las calles realmente va a mejorar la seguridad en la capital del país es un sofisma, frente a esto cuatro reflexiones.
Primero: Lo que se va a presentar es un efecto globo, quiere decir las bandas del crimen organizado simplemente se van a cambiar de localidades o máximo se cambiaran de ciudad algunos meses mientras pasa esta medida, ellos saben perfectamente que el patrullaje militar no va ser permanente y que en 2 o 3 meses estas medidas pasan y ellos llegan nuevamente a las localidades donde han estado operando, es ilógico pensar que una banda del crimen organizado va voluntariamente a dejar de delinquir y van a empezar a buscar trabajo porque ahora hay unos puestos de control del ejército en las calles, obvio no, esto simplemente es de tiempo, casi que aplica la famosa frase de los talibanes frente al ejército americano “ ustedes tiene el reloj nosotros tenemos el tiempo” y así mismo piensa el crimen organizado, esto solo es un efecto globo.
Segundo: La policía militar no tienen funciones de policía judicial quiere decir que más allá de instalar un puesto de control en las calles y dar vueltas por lo barrios legalmente no pueden hacer más, quiere decir no van a identificar estructuras del crimen organizado, hacer allanamientos o capturas entonces reiterando el argumento anterior las estructuras del crimen organizado van a seguir intactas.
Tercero: Sacar a la policía militar a las calles lo que demuestra es que el tema de seguridad se salió de las manos y que las estrategias fueron un fracaso y que muchas ni siquiera se hicieron, frente a esto cabe recordar cuando para el mes de junio del año anterior sacaron desde la Secretaría de Seguridad las estadísticas donde presentaban una reducción de más del 30% en casi todos los delitos, y claramente sacaron banderas de victoria con esas cifras, yo personalmente en Noticias Caracol como investigador y analista en temas de seguridad dije lo evidente, esta reducción es producto de los confinamientos y cuarentenas duras, donde estábamos todos encerrados en las casas , hasta los delincuentes , el delito se ejecuta en vía pública y si no hay nadie en las calles evidentemente los indicadores iban a bajar, esto no responde a una verdadera estrategia de seguridad por parte de la Alcaldía, y agregue, esperemos un año cuando venga el efecto rebote o bumerang , cuando los dos factores de riesgo en materia de inseguridad crezcan , quiere decir viene un aumento de la pobreza y del desempleo, hay que construir una estrategia de seguridad Interagencial y multidimensional para el periodo pos cuarentenas, nunca se hizo nada y hoy estamos aquí, arrinconados por la delincuencia con una criminalidad desbordada.
Cuarto: Que hacer, a nivel internacional para realmente golpear a las estructuras del crimen organizado se hace inversión en dos temas , uno una inversión en ciencia y tecnología, quiere decir cámaras de reconocimiento facial, patrullajes con drones y más y mejores centros de comando y control y segundo un aumento de pie de fuerza en policías especializados en inteligencia e investigación criminal, para que estos si pueden a través de mapas de calor, redes de información etc., puedan identificar las bandas, construir el material probatorio y poderlos capturar , eso sí cambiaría la seguridad.