Esta Copa América nos emocionó, y con razón. Sin demeritar el pasado, que es la principal razón por la cual estamos aquí, este equipo de Colombia tenía otra dinámica. Jugadores con la experiencia y juventud suficientes para creerse que eran favoritos, con las condiciones técnicas para superar a la Argentina de Messi, y un técnico nuevo con ambición y credibilidad que permiten presagiar un futuro promisorio. ¿Pero qué hace falta? Nos preguntamos todos los colombianos, para pasar de ser protagonistas a ser campeones.
Muchos equipos a nivel mundial han pasado por esta situación. El más reciente fue la selección española, que antes de ser bicampeona de Europa y campeona mundial estuvo eternamente relegada a ser una simple protagonista de reparto más. O la más cercana selección chilena, que nos acaba de eliminar de la Copa América, que previo a este bicampeonato de américa, nunca tuvo un protagonismo mayor.
Esta circunstancia particular me puso a pensar en cuales fueron esos elementos comunes que le permitieron a estas selecciones dar el paso adicional. Lógicamente ambas selecciones tenían una generación dorada, llena de talento. Adicional a esto tuvieron un entrenador, Jorge Sampaoli en el caso de chile y Vicente del Bosque en el de España, que les organizó de tal manera, que se notaba que cada miembro del equipo entendía su función y se compenetraron como equipo. Aparte, también sobresalían nombres como Xavi Hernández o Arturo Vidal, que con su liderazgo lograron ser los directores de orquesta, que en los momentos más difíciles sacaban la casta. En conclusión, trascender en el futbol, requirió como en cualquier organización, del talento, la disciplina, el trabajo en equipo y un claro liderazgo definido.
Con estos conceptos encontramos que esta Selección Colombia está cerca de dar el paso, pero le falta solamente esa pizca de liderazgo, que, en los momentos más complejos, coja y pida la pelota, cuando la mayoría se recoge, se convierta en ese faro donde todos miran y le piden que guie el camino. En pocas palabras a nuestra selección le falta un líder, esa persona con la capacidad de influir en los otros a través de su ejemplo, que mantenga a todos animados, enfocados y unidos, para lograr el objetivo común.
Por la calle escuchamos en estos días que como “siempre nos falta el centavo para el peso”, pero menos mal, porque creo que esta vez sí es verdad. Solo nos falta el centavo, porque creo que antes nos faltaba mucho más. La pregunta obvia entonces es si James o cualquier otro puede aprender a ser un líder. Yo estoy convencido que si, porque nadie nace hecho un líder, eso se aprende en el camino, pero todo va a depender de la que cada uno crea de sí mismo, y estará en ellos dar un paso hacia adelante, arriesgarse y darle a Colombia ese centavo que le falta para ser campeón.