El sector inmobiliario en Colombia enfrenta desafíos en un contexto económico complicado. Con cuatro trimestres consecutivos de crecimiento débil o negativo de la economía en general, las perspectivas no son alentadoras para el cierre del año. Sin embargo, la situación de la inflación muestra una tendencia decreciente, a pesar de mantenerse en niveles elevados, lo que podría aliviar el panorama económico.

El reciente cambio en la política monetaria del Banco de la República, marcado por una reversión de la postura contraccionista, con una tasa de intervención que descansa a la fecha en 11,75%, abre nuevas oportunidades para hogares y empresas en términos de endeudamiento. Esta medida podría estimular la actividad económica y, por ende, beneficiar al sector inmobiliario.

A pesar del persistente desempleo, que se sitúa en cifras de dos dígitos (11,3% en el país), la demanda de viviendas en arrendamiento continúa sólida. Esta preferencia por el alquiler, en lugar de la compra, si bien destacable, atraviesa desafíos con relación a la gestión de la cartera. Aun así, esta tendencia sostiene una perspectiva positiva para el mercado inmobiliario, especialmente en el segmento de arrendamientos.

Estos indicadores apuntan hacia una etapa de reactivación en ventas en la segunda mitad del año. Lo anterior parte por ser unos de los factores que caracterizan la resiliencia del sector inmobiliario, el cual cuenta con facilidades para adaptarse a las condiciones económicas cambiantes, aprovechando oportunidades tanto en el mercado de arrendamientos como en el de ventas, así como en el segmento de lo nuevo y de lo usado. Este crecimiento positivo durante más de 73 trimestres consecutivos es un logro destacable en un panorama económico volátil.

A pesar de las incertidumbres económicas, el sector inmobiliario sigue siendo una inversión atractiva para muchos. La estabilidad relativa de los precios de la vivienda, junto con la demanda persistente en el mercado de arrendamientos, brinda una base sólida para el crecimiento futuro del sector. Sin embargo, es crucial que los actores del mercado inmobiliario estén atentos a los cambios en las condiciones económicas y regulatorias para adaptarse de manera efectiva y continuar prosperando.

En conclusión, el sector inmobiliario en Colombia enfrenta desafíos significativos en un entorno económico complicado. Sin embargo, su capacidad para acomodarse a las condiciones dinámicas del mercado y aprovechar las oportunidades emergentes le ha permitido mantener un crecimiento positivo durante más de veinte años. Con la esperanza de una mejora en las condiciones económicas y el respaldo de políticas monetarias más flexibles, el sector inmobiliario está bien posicionado para seguir siendo un motor de crecimiento en la economía colombiana.

*Directora Ejecutiva Corporación Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla

@KeliPuche