Actualmente existen en el país 17 millones de hogares de los cuales el 39% viven en vivienda propia y otro 40,2% en arriendo. Este es el resultado de una tendencia creciente que se viene dando en el país alrededor de la tenencia de la vivienda en la modalidad de arriendo, que solo en los últimos años ha significado un incremento del 45% en el número total de hogares que hoy viven como inquilinos.
Lo anterior encuentra sustento en dos frentes, uno vinculado a un cambio en las preferencias de los nuevos hogares y otro relacionado con la confluencia de ciertos determinantes macroeconómicos que han impulsado la demanda por inmuebles habitacionales en arriendo al alza.
De acuerdo con las preferencias, debemos partir por entender que la tenencia en arriendo permite guarda mayor libertad al momento de mudarse, en especial entre jóvenes que en la construcción de sus proyectos de vida requieren mayor flexibilidad para desplazarse frente a las distintas oportunidades que aparezcan y donde antes de adquirir una deuda de largo plazo prefieren viajar o emprender con una idea de negocio.
Adicionalmente, el acceso a los inmuebles en arriendo es más fácil dado que no requiere la acumulación de montos de ahorro significativos, y además exime a los tenedores del pago de impuestos a la propiedad y al patrimonio.
Desde el frente de los determinantes macroeconómicos, la primera en fila es la alta tasa de interés aplicable actualmente a los créditos, que ha desembocado en una caída en la demanda por endeudamiento considerando el encarecimiento de obtener uno.
Así mismo, la variación acelerada de los precios ha llevado a las familias a perder poder adquisitivo y por ende a limitar su capacidad de endeudamiento, haciendo mucho más difícil sus posibilidades de comprar vivienda y alistándose para vivir en arriendo hasta tanto no mejoren el ahorro de su cuota inicial y puedan acomodarse a unas condiciones crediticias que sí puedan cumplir.
Lo anterior visto en perspectiva, plantea importantes retos que requieren preparación, entendiendo que la tendencia por arriendo es creciente y que además en la presente y próxima década, se calculan 9,3 millones de nuevos hogares, por lo cual se hace relevante elevar la dinámica edificatoria para responder al boom de los arriendos.