La publicación reciente del índice de competitividad departamental ofrece amplias reflexiones sobre nuestras debilidades y potenciales como país desde nuestros territorios.
Sin embargo, el balance general más que destacable alcanza a ser preocupante por el deterioro de la competitividad. Los resultados para 2023 revelan brechas significativas entre el departamento que siempre ha mantenido el primer puesto frente aquellos que siguen sin movilizarse de la cola del ranking. La brecha en esta ocasión entre Bogotá y Vichada fue de 6,69 puntos, en un puntaje que va de 0 a 10, dejando ver como el puntaje de Bogotá es casi 5 veces al alcanzado por Vichada.
Otro lamentable retroceso, se relaciona con la alta frecuencia de departamentos cuya situación empeoró, revelando que su puntaje obtenido en 2023 experimentó una caída respecto al valor alcanzado en 2022.
Al final, la mayoría de los departamentos logran consolidar puntajes en el índice por debajo de 6 puntos entre 10 posibles, lo cual encasilla al 85% de los departamentos del país y revela retos gigantes para avanzar hacia una Colombia competitiva.
El Atlántico que además sobresale en esta ocasión por ubicarse en el tercer puesto del escalafón, se consolida como el único departamento de la región Caribe que se ubica en el top 10 de departamentos más competitivos del país. Las razones por las que se destaca a Barranquilla frente a sus pares son: la cobertura de la energía eléctrica, el buen estado de las vías primarias, la cobertura en vacunación, disposición de camas hospitalarias, por el tamaño de su mercado externo y por la desconcentración en el sector secundario y terciario.
Sin embargo, el departamento del Atlántico a pesar de su destacada posición mantiene retos altamente relevantes concentrados en la subocupación existente en su mercado laboral, la escasa malla vial primaria respecto al tamaño poblacional, debilidades en la movilización de pasajeros por vía aérea, dificultades con la ejecución de trámites, y la inversión pública en salud y en actividades de ciencia, tecnología e innovación.
Los resultados al final alertan sobre la necesidad de imponer en la agenda pública las necesidades por avanzar en materia de competitividad desde los territorios y para los territorios, bajo el ideal de que ningún departamento se quede atrás y las brechas existentes terminen por cerrarse, ya que sin competitividad el país va a quedar relegado de las cadenas locales e internacionales de valor, lo que finalmente terminará por afectar nuestro desarrollo económico y por ende la calidad de vida de nuestra población y el tamaño de nuestra economía.
*Directora Ejecutiva Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla