El día que Hera se enteró del romance entre Zeus y la ninfa Egina, envió una plaga a la isla que el dios griego había bautizado en honor a su amante. La devastación fue tal que su población se redujo a pocos sobrevivientes, entre los cuales se encontraba su rey Éaco. La furia provocada por la venganza celosa de la diosa acabó con la vida de nobles e inocentes.

El relato de Ovidio en Las Metamorfosis da cuenta de una petición de Éaco para que renaciera su pueblo. En medio de su clamor, soñó que unas hormigas caían de un cedro transformándose en personas. El destello de luz emitido por Zeus causó la mutación de la especie diminuta y trabajadora en fuertes guerreros y hermosas mujeres. 

Los mirmidones poseen leyendas que relatan más que sus hazañas, la gran capacidad que poseían para diseñar estrategias eficaces, provocando grandes victorias para la historia mitológica griega. ¿Cuáles son los criterios que definen nuestras razones? ¿Sabemos distinguir la ira y el celo de la verdad? ¿Tomamos decisiones sustentadas en protocolos confiables?

La razón es la poesía del conocimiento. Eleva la voz con un tono seductor y nunca es enemiga de la confianza, salvo que quiera imponerse por la fuerza. Entre conocer y entender están los argumentos que logran explicar el poder de la verdad. Racional es todo lo que potencia la reflexión, el análisis y la valoración de los criterios definidores de nuestras convicciones.

Las razones confiables son los hechos, acciones, mensajes, capacidades, criterios, evidencias y argumentos definidores de las facultades reflexivas, analíticas y prospectivas del ser humano para aplicar sus ideas alcanzando la comprensión del contexto en su ámbito personal y social. Son el lenguaje incuestionable de la verdad. El diseño moldeado por la persuasión para vencer el miedo o la duda. El sitial certero de la esperanza y la fidelidad.

Confiable es lo que te invita a creer sin lugar a dudar, porque se puede verificar. Confía en lo que te hace pensar, te inspira a soñar, eleva tu conocimiento, anima tu fe y promueve el desarrollo de tu conciencia. La confianza es generadora de esperanza y seguridad estimulando la toma de las mejores decisiones. Entre perder y ganar está convencer.

El músculo central de la inteligencia es soportado por la convicción. Quienes logran creer en su potencial son capaces de cambiar la ruina en prosperidad, la tristeza en felicidad, la división en unidad y el conflicto en la mejor forma de ponerse de acuerdo, para superar los problemas propios de las relaciones.

Déjate guiar, motivar y convencer en el camino trazado por las razones confiables.