¿Estamos listos para diseñar los capítulos de nuestra vida? ¿Qué contarán de nosotros nuestros descendientes? ¿Estaremos en la historia de la familia?

¿Cuántas generaciones evocarán los sucesos más importantes de la existencia? ¿Seremos un recuerdo perdido en los afanes de la memoria temporal?

Las promesas son anuncios generadores de expectativas. Muchas se quedan en la voz sin trascender a una situación modificadora de la realidad. Entre decir y hacer están los signos de la historia. Piensa, analiza, evalúa, decide y hazlo, si tienes la seguridad de hacer lo mejor. Los hechos son registros verificables con el paso del tiempo: Lo que haces marca tu nombre en los relatos que transitan entre el recuerdo y el olvido.

Aquella frase del filósofo y poeta estadounidense de origen español George Santayana señala una sentencia muy poderosa: “Quienes no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.” Se ha vuelto un refrán popular, pero muchas veces me pregunté si alguien puede repetir lo que no conoce. ¿Vuelves a hacer lo mismo que no sabías? ¿Eres un repitente de las asignaturas pendientes? Entre la ruptura y la continuidad están las decisiones. Se puede cambiar para conservar y conservar para cambiar.

Es imposible repetir la historia. Por muchas semejanzas, similitudes, parecidos, copias, citas, imitaciones, casualidades, coincidencias, replicas o duplicados, cada suceso tiene sus propias particularidades, actores, diferencias, motivaciones, distinciones y también olvidos, descuidos, desconocimientos e imprudencias originales. Puedes hacer que la historia tenga final feliz y episodios que evoquen momentos de prosperidad, desarrollo y bienestar.

Conocer la historia es mucho más que saber del pasado. Es abrir las puertas del tiempo en la escala del espacio. Puedes tocar una época con las manos y escuchar los ciclos del silencio de la memoria. Anticiparse, prevenir y elegir son convicciones estimuladas por la conciencia capaz de comparar testimonios, documentos y evidencias, con el rumor o la tradición aceptada por las mayorías.

La historia innovadora es la relación y el registro de los aportes, contribuciones, ideas y acciones capaces de generar una nueva conciencia social transformadora del contexto a partir de la toma de decisiones modificadoras de rutinas, prácticas, usos y costumbres, para potenciar el talento y el potencial de los individuos y las sociedades. Es la inspiración de la virtud. La cultura del suceso benefactor y el momento de la fortuna.

Es necesario soñar, creer, planificar y vivir nuestra historia innovadora.