Firmar un Acuerdo con el Gobierno para la compra de tres millones de hectáreas a los ganaderos parece fácil, pero no lo es; ni la firma ni su implementación. No fue fácil salir del lugar común de que los opuestos no pueden encontrarse, dejar a un lado las diferencias y trabajar en lo sustantivo, la recuperación del campo como condición para la paz, porque es en el campo donde operan acentuadas todas las violencias.

Fácil o no, concluida la etapa de acuerdos en el qué, pasamos a las complejidades del cómo, a partir de principios compartidos: La buena fe que genera confianza, pues nada se construye sin ella; la transparencia, para no repetir errores y darle credibilidad al proceso; la cooperación frente a un propósito común, al margen de ideologías y agendas ocultas. La integralidad, como acción coordinada de las instituciones del Estado en las nuevas comunidades, pues su carencia fue causa de fracasos anteriores.

Estos principios orientan las estrategias del cómo, sobre las cuales adelanto algunas sugerencias que haremos al Gobierno:

Núcleo: Fedegán levantará listas de interesados en vender, buscando conformar núcleos zonales, porque el campesino no está solo, sino en comunidades, pues la pobreza y el desplazamiento son fenómenos colectivos; y porque el agrupamiento preserva tejido social y facilita la confluencia de recursos y el servicio de extensión.

Ganadería Sostenible, como opción de utilización a partir de Sistemas Silvopastoriles Intensivos, de mayor productividad, fijación de nitrógeno, captura de carbono y recuperación de biodiversidad, que puedan recibir Pagos por Servicios Ambientales.

Complementariedad: Cualquiera que sea la utilización, no debe ser única, no solo por la inclinación campesina al pancoger (aves, huerta familiar), sino para tener mayores ingresos. La ganadería silvopastoril, por ejemplo, por su alta recuperación de biodiversidad, se complementa con la apicultura, una actividad rentable y de gran importancia ambiental.

Asociatividad: La agrupación zonal induce la asociatividad formal y demanda una política pública que la facilite. Solo asociados, los campesinos podrán acercarse a los mercados sin intermediarios y ser protagonistas en sus mercados locales.

Economía campesina: Esta combinación de factores virtuosos será el motor que impulse la economía campesina, complementaria de la producción empresarial y capaz de dar el paso a una agroindustria que surja del campesinado y lo retenga en su entorno, dignificando el campo como proyecto de vida y promoviendo una clase media rural que mire el futuro con optimismo... Esa es la paz real.

@jflafaurie