Mientras en el continente americano se pasó de 1,5 millones de casos de dengue entre 1980 y 1989 a 17,5 millones entre 2010 y 2019, siendo este último el año de mayor afectación (3,18 millones), solo durante 2023 fueron notificados 4,1 millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aún más alarmante es que en 2024 ya se registran 11,321,338 casos, un incremento superior al 233 % frente al mismo periodo de 2023. En Colombia, el Instituto Nacional de Salud reporta 243.538 casos este año, con 106 muertes; la región Caribe es la tercera con mayor incidencia, después de la Andina y la Pacífica.

Las cifras hablan por sí mismas. Si bien, el virus es endémico en países como el nuestro y se presentan ciclos de mayor incidencia, su alarmante aumento nos mantiene en riesgo de epidemia. La circulación en el país de los 4 serotipos virales, el cambio climático, la adaptación del mosquito transmisor (Aedes Aegypti), etc., hacen parte del abanico multifactorial que confluye en esta problemática. Un factor de gran relevancia es la falta de cultura ciudadana; aunque para muchos sea un discurso repetitivo, la eliminación y limpieza de los reservorios de agua limpia en casas y vecindarios es, sin duda, uno de los mecanismos efectivos para prevenirlo, junto con el manejo epidemiológico y la implementación de medidas de salud pública.

Es importante destacar esfuerzos de la academia para contribuir al control del dengue, como es el caso del científico de la Universidad Simón Bolívar Lisandro Pacheco, Ph.D. en Bioquímica y Biología Molecular, que lidera el proyecto que diseñó una técnica portátil de alta precisión para el diagnóstico de la enfermedad, a partir del cambio de color en una muestra de sangre, producto de una reacción química y cuya sensibilidad es del 95 %, superior a las que se utilizan actualmente cuya precisión menor al 80 %. Su implementación impactará favorablemente la atención de la enfermedad.

Otro proyecto importante, de carácter interinstitucional, lo abandera el biólogo Ronald Maestre, Ph.D. en Medicina Tropical, en el que Unisimón, comparte liderazgo con las universidades de Córdoba, Popular del César y Autónoma de Nuevo León (México), como aliada internacional, para la determinación de la resistencia del mosquito a los químicos (organofosforados y piretroides), empleados en la fumigación de viviendas, en 14 poblaciones de Córdoba, a fin de brindar mayor efectividad en la eliminación del vector. Además de estos adelantos científicos, la educación sanitaria es fundamental para su prevención.