Resistencia a la insulina en el cerebro: ¿causa, consecuencia o factor de riesgo?

La primera vez que escuché hablar de diabetes tipo 3 no entendía, no lograba comprender su significado; hoy me sorprendo y me preocupa como nos estamos enfermando.

En las últimas décadas se ha vivido una auténtica revolución en la investigación neuropatológica de la demencia, partiendo desde cerca del año 2005, en el que diversas publicaciones de gran impacto científico correlacionaron la resistencia insulínica primaria en el cerebro y el déficit de insulina con el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.

Epidemiológicamente, se ha observado que existe un mayor riesgo de padecer deterioro cognitivo, demencia y Alzheimer en diabéticos de tipo 2, así como en personas con obesidad o dislipemia. El riesgo parece estar correlacionado con la hiperglicemia crónica, la resistencia a la insulina periférica, el estrés oxidativo, la acumulación de sustancias de desecho (AGEs) y citocinas proinflamatorias, además del daño microvascular cerebral.

Al pensar qué nos estamos enfermando, no dudo en que lleguen a mi mente muchos cuestionamientos como: ¿que hace la industria?, ¿porque la tecnología quizás nos está llevando a ser más sedentarios cada día?, ¿porque el ritmo de la vida nos está llevando a comer lo primero que se nos cruce en el camino?, ¿cómo esto afecta mi longevidad?, ¿porque quizás estoy envejeciendo de forma más acelerada?

La diabetes tipo 3 surge como un grito desesperado de “Atención” esto es real y está pasando, la enfermedad de Alzheimer y la resistencia a la insulina son una realidad que están relacionadas al menos parcialmente con nuestros hábitos de vida. Que, palabras más palabras menos te muestran como nuestro páncreas no es el único órgano que puede enfermar por un exceso de azúcar en nuestro cuerpo. Pienso que poco importa en este caso particular es decir: Que fue primero “el huevo o la gallina”, porque es una realidad que estamos generando inflamaciones crónicas sistémicas en nuestro cuerpo y no, no es cuestión de que estoy enfermo en esa parte específica de mi cuerpo que me esta dando síntomas, me estoy enfermando por las decisiones que tomo día a día en torno a mi salud, aunque actualmente no tenga síntomas.

Es importante saber para ti que me lees que muchas enfermedades incluyendo de algunas patologías del neurodesarrollo como el autismo que se benefician de llevar una alimentación libre de azúcar, gluten y lácteos, por ser estos últimos considerados alimentos proinflamatorios por sí mismos, sin olvidar que debemos evitar el sedentarismo si de prevenir enfermedades neurodegenerativas se trata.

Libro recomendado: CEREBRO DE PAN