Te ha pasado que tienes el firme propósito de empezar a cambiar un habito que posiblemente afecta tu salud y ese propósito te demora una semana o a lo máximo dos semanas? Y no, no es por lo que siempre has escuchado que construir un habito demora 21 días; construir un habito demora el tiempo que tiene que demorar, por que nuestro cerebro necesita entender que eso que esta realizando hoy con mucho esfuerzo de tanto repetirlo en determinado momento ya no será un esfuerzo si no que será parte de tu cotidianidad, por lo tanto, si te das cuenta, el secreto está en generar una experiencia agradable durante el proceso en que se da este nuevo aprendizaje.
Nosotros como seres humanos aprendemos de acuerdo al tipo de experiencia que vamos construyendo, cualquier experiencia negativa vamos a intentar por un lado no guardarla en nuestro almacén de memoria y por otro lado vamos a buscar no repetirla. Por eso es importante que cuando pienses en cambiar un habito, imagines que vas a caminar una larga distancia con una bolsa cargada en tus hombros y que tu principal preocupación debe ser que te asegures que esa bolsa va a ser liviana porque lo que importa no es que tanto introduzcas en esa bolsa hoy lo que verdaderamente importa es que lo que introduzcas en esa bolsa te permita llegar a tu meta final, lo que se traduce en que sea cómodo, agradable, divertido, real, para ti.
Luego de leer esto entenderás que el principal error que cometemos al intentar cambiar un habito es que nos sentimos la Mujer Maravilla o Superman y ponemos en marcha nuestras muy posibles características de personalidad perfeccionista o nuestros tipos de pensamiento de mentalidad “todo o nada” y queremos pasar de ser una persona sedentaria completamente a entrenar un día en el gimnasio por dos horas, o restringir completamente nuestra alimentación pensando en que así es que va a funcionar o que si un día no lo hiciste del todo bien ya no eres capaz de hacerlo porque debe ser perfecto y no insistes olvidando que eres un ser humano y que es normal que te caigas.
No es un secreto que muchas personas pueden contar con la fortuna de nacer con unos circuitos neuronales que favorezcan la disciplina, el autocontrol, solucionar problemas, generar estrategias, motivación etc que muchos otros no recibieron esa bendecida carga genética, pero contaron con unos padres que sabiendo o no entrenaron estas funciones en sus hijos y otros que no recibieron ninguna de las dos. Lo importante aquí es que sepas que no importa la edad que tengas tu hoy lo puedes entrenar y lograr.
Lo que te mencione arriba es sin duda el inicio, pero es importante que sepas que la continuidad está marcada por qué tanto en ese entrenamiento aprendas a posponer la recompensa (que significa que cuando pongas el despertador a las 5 am para hacer ejercicio no lo apagues para seguir durmiendo), que aprendas a decir no cuantas veces sea necesario incluso frente a la presión social y que te pongas tus propias reglas porque nadie te conoce mejor que tu y recuerda cualquier cambio por pequeño que este parezca es un gran cambio.