Meterse en un embalaje no es fácil, muchísimo menos si es en una de las Grandes Vueltas y en ella participan ciclistas como Elia Viviani, que es el actual campeón olímpico de ómnium; Peter Sagan, triple campeón mundial de ruta, múltiple ganador de etapas en relevantes competencias y ganador seis veces de la clasificación por puntos del Tour de Francia.
Y es que en esos embalajes, donde estos ciclistas desarrollan velocidades en tan pocos metros, que algunos ni en moto lograrían, no se atreven a meterse ciclistas renombrados y que son los más conocidos del lote World Tour como Quintana, Yates, Urán, Nibali y López. Sienten mucho respeto por esos embalajes y saben que nada tienen que hacer contra estos velocistas. Por eso desde kilómetros antes del remate, los equipos con grandes trenes para este tipo de llegadas, van tomando posiciones y muchas veces en la televisión no logramos apreciar que algunos se abren camino a los codazos, cabezazos y empujones. No siempre ocurre, pero algunas veces se logran apreciar este tipo de situaciones, para que los velocistas logren llegar bien situados en el último kilómetro, donde al final solo queda el lanzador con su esprínter.
Ayer pudimos observar un esprint puro. ¿Por qué puro? Porque fue en línea recta, un embalaje para velocistas netos y en este se mostró el barranquillero Nelson Soto. Nelson salió de atrás y rebasó a muchos ciclistas, llegando en un cuarto puesto que debe celebrar. Llegar pegado a esos nombres mencionados no es nada fácil, menos para un debutante, y con un equipo como el Caja Rural que no está diseñado para luchar contra los grandes trenes que tienen el Quick-Step Floors o el Bora-Hansgrohe. Eso hace más meritorio este cuarto puesto de Nelson y nos emociona saber que nuestra representación en la Vuelta dice presente, ¡aquí estoy!
Y no solo está aprendiendo con los más grandes, está demostrando que tiene con qué. Seguramente muchos van a hablar de este velocista que con 24 años nos está confirmando lo que nos ha mostrado el paisa Fernando Gaviria y el cordobés Álvaro Hodeg, que en Colombia no solo tenemos escaladores puros. Además, queda ratificado que la Costa Caribe también puede aportar mucho para que este deporte siga dándole alegrías al país. ¡Buena esa Nelson Soto!
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