Un día antes del inicio de los cuadrangulares, escribí sobre Junior en busca del tricampeonato. “Junior tiene un valor agregado que, quizá, no se puede explicar estrictamente en términos futbolísticos, pero patrocina la actitud: un sistema nervioso educado para enfrentar las finales”, anoté.
Tras la debacle del 1 a 3 ante el Tolima parecía que quedaba por el suelo el argumento. Pero la desorientación fue momentánea, vinieron los encuentros con Cúcuta y Nacional por partida doble y Junior se reencontró con su talante y su talento. Volvió la posesión criteriosa y más ágil del balón. Retornó la agresividad para presionar más arriba y durante más tiempo.
Le pusieron un socio más confiable y más cerca a Teo (Sandoval). Encontró la ruta del gol tan extraviada en el torneo. Elevaron su nivel individual jugadores influyentes en el juego y la dinámica como Piedrahita, Teofilo y Pico. Y el resto, unos sosteniendo su regularidad (Mera, Viera) y los demás más comprometidos desde su función. Hasta los irregulares en la temporada como James Sánchez y González han hecho su aporte.
A mi juicio, los últimos tres partidos mostraron la versión del Junior más cercana a la mejor, aquella del segundo semestre del año anterior. Exponiendo esa, es, en mi opinión, el equipo que mejor juega en Colombia. El de más depurada técnica colectiva y sentido de asociación. El que es capaz de solucionar dificultades en espacios muy reducidos. El más sutil para improvisar.
También creo que si repite lo que hizo frente al Tolima en Ibagué, donde la mano del cuerpo técnico "desnaturalizó" el patrón de juego bajo el sofisma de hacer un planteo "más seguro" y expuso más de la cuenta la clasificación (un poste cómplice de Viera y dos groseros errores del arquero Cuesta ayudaron, y muchísimo) es más ordinario y se pone al mismo nivel del resto.
No debería olvidar que en el fútbol no hay algo "más seguro" que hacer mejor lo que mejor se sabe hacer. Y este Junior lo ha demostrado. Con su estilo, en los últimos partidos, fue equilibrado, dominador, superior, ganador. "Más seguro". América, su rival en esta final, no es especialmente sobresaliente en algún aspecto. No tiene una gran virtud diferencial, pero fue creciendo durante el semestre. Puede tener pasajes de buen juego por sus volantes Carrascal y Sierra. Tiene posibilidades de gol con Rangel. Velocidad con Vergara. Esfuerzo defensivo (los laterales no tan confiables en marca). Y manejo con los técnicos pero inconstantes Pisano y Cabrera.
Junior el que mejor juega, es apenas mi concepto. Ser campeón, es la tarea de sus técnicos y jugadores