El primer año será tranquilo, como de mar en calma, observando, ganando más espacio, sumando apoyos y anestesiando rivales y opositores, unos creerán en él, otros le temerán y otros serán el pan donde se unte la mermelada, y digo pan porque después serán comidos.

En el primer año se necesitan capitanes experimentados, pero a pesar de que se sentirá una “calma chicha” la experiencia no será en navíos de aguas tranquilas, sino en barcos piratas, por eso ministros, presidentes del Congreso y otras dignidades serán similares no al capitán Sparrow, sino a Barba Negra, gentiles al principio y luego ¡ah por el botín!

En el primer año se requiere asegurar dinero, la reforma tributaria, aprobar el plan de desarrollo, para poder dar pan y circo, y que él se legitime aún más en el poder con la toma de más entidades territoriales en octubre de 2024. Por esto mismo, es posible que en el primer año se quemen todos aquellos que asuman ser “carne de cañón”.

Así mismo, llevará a toda vela un proceso de paz con el Eln en el que incluirán seguramente otros grupos delincuenciales y, por qué no, retrotraerán para incluir disidentes y paramilitares.

Pero hasta aquí me llegó el sueño, en el que todos amigos, todos felices.

En este momento me desperté y no quise volver a dormirme, por el miedo de que seguramente el sueño se convertirá en pesadilla los tres años siguientes: habrá una inflación disparada, poco crecimiento económico, aseguramiento del poder a través de una reforma constitucional desfavorable, pero camuflada en un desarrollo social que además por la cuantía de recursos que necesita será irrealizable, pero el hombre en el poder se lavará las manos, ya que será el Congreso quien lo proponga fruto de exigencias populares ávidas, de recoger promesas incumplidas e incumplibles.

Reitero, ojalá el sueño se materialice y dure cuatro años (exactos) y no se convierta rápidamente en una pesadilla que no nos deje dormir a ninguno. Espero que los capitanes encuentren un mar en calma y lo mantengan así o que sepan navegar lo suficientemente bien para llevarnos a todos a salvo. Ojalá que para llegar al botín los piratas no tengan que pasar por encima de todos y de todo, incendiando las comarcas y arrasando con los campos.

Siento que estamos en una encrucijada y los dos futuros que pueden ocurrir dependen solo de algunos y de cómo jueguen sus cartas, uno de aguas claras y otro de tormentas y saqueadores. Amanecerá y veremos.

Pd: Ojalá la oposición entienda que en el Congreso de la República las mejores posiciones a ocupar para controlar los malos pasos del nuevo Gobierno serán las comisiones de presupuesto y no las constitucionales como históricamente se ha creído. Veremos cómo a través de los debates juiciosos y estudiados se pondrán los pies en la tierra a tantas propuestas sin sustento o demasiado ambiciosas para hacerlas realidad.