Aunque mucho se criticó que el mundial de este año fuera en Qatar por sus límites en libertades para algunos miembros de la población, no obstante, este ha sido un encuentro futbolístico fuera de lo normal y para nada negativo.

Fue en este mundial y en ese país árabe en donde por primera vez las mujeres fueron terna arbitral de un partido, y qué partido (el de Costa Rica – Alemania).

Fue en este mundial en donde Alemania se tapó la boca para protestar por los derechos de las minorías, pero nada pasó, salvo su mal jugar.

Fue en este mundial en donde Irán no cantó su himno antes del partido contra Inglaterra, en protesta y apoyo a las víctimas de las manifestaciones duramente reprimidas en su país.

Fue en este mundial que las estadísticas han cambiado completamente, por ejemplo, tres selecciones que hacen parte de la confederación asiática han pasado a octavos de final por primera vez en la historia: Australia, Japón y Corea del Sur, y por primera vez también los equipos asiáticos en octavos de final superaron a los de países suramericanos (sólo Argentina y Brasil).

Fue en Qatar que Canadá marcó su primer gol en un mundial, y como si fuera parte de un meme en este campeonato “el japonés Kubo es el jugador con nombre de forma geométrica más joven en participar en una copa del mundo, superando al jugador argentino Redondo y al colombiano Cuadrado”.

En Qatar han pasado muchas cosas buenas y muchas sorprendentes alrededor del fútbol. Hasta ahora vamos en octavos de final y con más de 16 partidos por jugar, seguimos esperando que haya más.

Es obvio que Qatar está atrás en el reconocimiento de muchos derechos, que ha habido escándalos alrededor de la construcción de estadios por parte de migrantes, de malas estadías de fanáticos y de la preparación en general del mundial (cancelación de artistas para la inauguración, prohibiciones de último momento, etc.), pero no se puede negar que un campeonato que reúne a personas del planeta entero alrededor de un deporte, de un balón, está por encima de las críticas y no estoy diciendo que esté de acuerdo con el trato del emir sobre las libertades de las mujeres o minorías, estoy diciendo en que si uno va al mundial no es ir a sabotear, lo que hace más ruido y lo que vale es ir y hacerse notar.

Si el campeón del mundial es un equipo de occidente, o como deseo yo es Argentina, yo espero que al recibir la copa celebren y dejen un mensaje de igualdad, de respeto por los derechos y sobre todo que den un buen espectáculo.

Todos esperamos con atención el mundial que se celebra cada cuatro años, y lo esperamos con emoción porque es un momento de encuentro entre amigos, de alegrías y tristezas alrededor de un balón. Lamentablemente las olimpiadas no despiertan tantos sentimientos como el fútbol.

Para el mundial de 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá, y está pautado para jugar con 16 grupos de tres equipos, espero estar en primera fila apoyando a Colombia (sí, espero que clasifique) y a Argentina. Esperaré otros cuatro años para que eso pase y por el momento me concentraré en octavos de final para seguirme sorprendiendo con Qatar y claro apoyar a la albiceleste que seguro, seguro estará en la final.