La oposición a un Gobierno nuevo no debe ser ligera o personalizada, la crítica debe subir de nivel y hacerla con diálogo e ideas, no con ataques personales, salvo que la crítica tenga alguna relevancia por la persona misma y solo de manera excepcional.

El ex presidente Álvaro Uribe Vélez anunció que se reunirá con el presidente electo Gustavo Petro, de esa reunión saldrá, sin lugar a duda, alguna la posición de cada uno respecto a cómo serán los siguientes 4 años, seguro estoy de que no habrá una “luna de miel”, pero tampoco espero una “luna de hiel”.

Habla bien de Gustavo Petro que se refiera a Uribe Vélez en términos respetuosos y habla bien de Uribe Vélez que hizo lo propio y no cerró la puerta porque sí.

¿Saldrán puntos comunes? Esperemos que sí, ¿recomendará el ex presidente Uribe que el partido Centro Democrático no haga oposición? Seguro estoy que no, pero lo que si es necesario es que las críticas y la oposición se generen con altura sin insultos o revanchismos ni con base en intereses personales o en contra del bien común.

También esperemos el pronunciamiento de Germán Vargas Lleras, que tome una posición clara de lo que hará el partido Cambio Radical en este Gobierno. Germán Vargas es otro líder que también falta por realizar una reunión con Petro oficialmente y dejar en clara la posición de su bancada en el Congreso de la República.

En el campo que nos interesa, el sector justicia de entrada no comulgó con “fiscalías” o “comisiones” alternas a las entidades ya existentes en Colombia, eso no se requiere en un país donde las instituciones con sus errores, a veces graves, han funcionado bien.

La Fiscalía ha sido criticada muchas veces de manera injusta y obvio que desde el litigio preferiríamos menos capturas y menos medidas privativas de la libertad, pero eso tampoco da pie para hablar de impunidad generalizada o de crisis en el ente acusador que ha cumplido su labor constitucional. Para controlarla estamos los defensores y los jueces cada uno en su rol. Desconocer los logros del fiscal en protección del medio ambiente, lucha contra la violencia de género y en llegar a muchos municipios antes olvidados sería tozudo.

¿Habrá oposición? Seguramente sí, pero esperamos que sea estructurada, coherente, y que involucre debates con respeto y diálogo.

Recordemos que el país es uno solo y que nuestros deseos es que sea lo mejor para todos, nadie, ni siquiera la oposición se hace para que a algún mandatario le vaya mal, por el contrario, existe la crítica para mejorar, para hacer obvio que hay caminos mejores o que se puede mejorar el mismo.

Un país sin oposición es un país enceguecido por una sola idea, es darle un poder absoluto a una sola posición y como todos sabemos, todo en esta vida no es blanco y negro, hay miles de tonalidades y así es como se enriquecen los gobiernos, las ideas, las decisiones cuyas consecuencias nos involucran a todos.

Por eso, la oposición es necesaria, no es crear una guerra interna, no es no dejar gobernar, es al contrario, levantar la voz porque todo puede y debe hacerse de la mejor manera.

La oposición fue ver a los jóvenes involucrarse en la política y dar sus ideas para tener una mejor educación y oportunidades una vez graduados. Oposición fue tumbar una reforma si se creía que está no era lo suficientemente buena. Oposición fue votar “NO” en el acuerdo de paz, para que fuera reformulado de una mejor manera.