Soy feliz. Tengo una vida placentera rodeada de personas buenas y amorosas, que hacen que cada día mi mundo sea un lugar mucho mejor para vivir.

Sin embargo, en esta pandemia extraño y valoro muchas cosas a las que antes tal vez no les daba la misma importancia. En casa, hicimos este ejercicio que hoy invito a que ustedes lo hagan y al final espero que, como nosotros, encuentren muchas cosas que valoren más cuando podamos recuperar la “normalidad”.

El ejercicio consistió en sentarnos en la sala y preguntarnos qué cosas nos hacían felices. El primero que habló fui yo y dije #YoEraFelizCuando podíamos viajar y conocer tantos lugares como fuera posible,

#YoEraFelizCuando podía ir al estadio a ver a Millonarios, #YoEraFelizCuando podía departir con mi mamá, abrazarla y besarla y en eso coincidió Sandra, mi esposa, que lleva meses sin poder ver a la suya.

Llegó el turno de Sandra y sin dudar dijo #YoEraFelizCuando podíamos ir a cine, comer palomitas y luego dar un paseo, #YoEraFelizCuando podíamos ir a teatro o a un concierto, #YoEraFelizCuando íbamos a tomarnos un café en otra ciudad.

Nuestras hijas también participaron y dijeron # YoEraFelizCuando podíamos ir al colegio a departir con mis amigas, #YoEraFelizCuando podíamos hacer pijamadas o ir a fiestas y bailar, #YoEraFelizCuando podía salir con mis amigos.

El hecho de pensar en que nos hacía felices también nos hizo caer en cuenta de que los pequeños detalles son los que más extrañamos, las cosas que nos dan felicidad se componen de momentos que compartimos con personas a las que queremos ver, estrechar la mano, abrazar, para pasar momentos sencillos pero increíblemente gratificantes, esos instantes en los que abrimos los ojos a nuevas experiencias o a lugares nuevos son mucho más fuertes y maravillosos cuando lo hacemos en compañía.

Hacer un inventario de momentos felices para algunos puede ser una razón para llenarse de tristeza, pero para nosotros significó todo lo contrario, nos hizo ser agradecidos por lo que hemos vivido y nos hizo pensar en lo que pronto podremos volver a vivir. En medio de las necesidades y diferencias sociales que ha resaltado esta pandemia, es un momento en el que cada persona si mira hacia atrás, puede encontrar dentro su vida aquellos momentos que le ha generado felicidad.

Este inventario nos hace valorar más los pequeños detalles, como estar en un toque vallenato con los amigos, sentarse después del almuerzo a discutir cómo mejorar el país o simplemente mamar gallo por las situaciones absurdas que siempre nos rodean.

Ahora que lo pienso, #YoEraFelizCuando podía salir sin tapabocas y no se me empañaban las gafas al respirar, ni tenía que hablar más fuerte para que los otros me escucharan. #YoEraFelizCuando me sentaba durante horas a escuchar a un juez, rodeado de gente, acompañando a mis clientes.

Soy feliz, pero entendí que la vida se compone de pequeños detalles y momentos que dábamos por sentados y que hoy extrañamos y debemos valorar mejor.

PD: Esta columna puede ser leída escuchando el vallenato “Soy Feliz” de Poncho Zuleta, canción perfecta para dedicar.

PD2: Con Sandra extrañamos mucho a toda la familia, a nuestros hermanos y sobrinos.